Hoy se cumplen ocho días de la tercera masacre registrada en cárceles del país y la segunda en el Centro de Rehabilitación Social N.1 de varones de Guayaquil y cuatro cadáveres de esta última matanza aún se encuentran en el Laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses de Guayaquil.

Según una fuente policial los restos pertenecen a personas que fueron incineradas y desmembrados. A una de los reos asesinados su cuerpo se halló divido en varias partes, cabeza, tronco, extremidades superiores e inferiores.

El investigador indicó que las piezas anatómicas se encuentran en proceso de cotejos antropológicos y una vez que se corrobore al cien por ciento su identidad serán entregados a sus familiares.

La mañana este sábado 20 de noviembre, parientes de uno de los privados de libertad asesinados aún aguarda los restos de su ser querido en los exteriores del instituto forense.

"Somos de Napo y tenemos desde el sábado aquí (Guayaquil). Es desesperante esta situación. Vivimos una agonía. Mi hijo tenía un año detenido, le faltaba seis para salir libre", dijo la progenitora.

La señora contó que ella conoció de la tragedia ocurrida en la cárcel porteña por las redes sociales, pero nunca imaginó que su hijo había muerto y menos de una forma tan siniestra. El joven de 24 años es uno de los incinerados.