El Día del Escudo Nacional, no solo fue una fecha para que los niños y jóvenes rindan tributo al símbolo patrio y resalten su civismo y valores; también fue la ocasión para hablar de sus necesidades y su derecho a la libertad, que se ve obstaculizado -entre otras cosas- por la inseguridad, la falta de sitios para reunirse y los pocos espacios públicos que tienen para reflexionar y ser escuchados, según indicaron.

“No tenemos a dónde salir, a dónde ir a jugar sin sentir miedo de que algo malo nos pase. En la ciudad hay pocos espacios públicos para que los jóvenes o niños nos encontremos para debatir o expresar nuestras necesidades”, indica Jimayra Ramón, estudiante del Aguirre Abad, quien fue parte de una comitiva que asistió a una exposición de periódicos murales, donde el protagonista fue el símbolo patrio y las reseñas históricas que había investigado con otros compañeros, sobre esta fecha cívica que se celebra el 31 de octubre.

Junto a ella había cientos de estudiantes que se preparaban para exponer su trabajo y para exaltar a través de poemas al Escudo Nacional.

“A veces nos sentimos relegados. Solo nos toman en cuenta para desfiles y otros eventos esporádicos, pero no nos dan la oportunidad de dar a conocer lo que sentimos. Vivimos en una ciudad donde hacen falta áreas verdes en donde podamos disfrutar con tranquilidad; árboles que nos den sombra; más buses que nos conduzcan al colegio, pero sin tener que ir apretados. De eso deberían preocuparse las autoridades”, menciona Eliana Ramos, estudiante del colegio Provincia de Tungurahua, mientras espera su turno para participar en el concurso de poesía en homenaje al escudo.

Daniel Pivaque, quien es abanderado de la Academia Naval Visión, agrega que en la ciudad hay mucha delincuencia y que los estudiantes han sido las principales víctimas de los ladrones, quienes aprovechan la salida de las escuelas y colegios para arrancharles las mochilas o los teléfonos celulares. “La inseguridad nos quita la paz en la casa, en el colegio y en las calles”, lamenta, al señalar que las autoridades deben ejercer más acciones para frenar esta problemática.

Los jóvenes están convencidos de que el civismo y los valores se mantienen vivos. “Pero no sirve de nada celebrar el Día de la Bandera, el Escudo o el Himno Nacional; o practicar normas de respeto, comunicación, participación y colaboración en la familia, la escuela y en la comunidad, cuando sentimos que estamos olvidados y que nadie nos escucha”, reflexiona Abraham Romero, del colegio George Smith Patton.

Carmen Avilés, presidenta de la Fundación Símbolos Patrios, organizadora del evento, recalcó la necesidad de cultivar el civismo en los niños y jóvenes para que sepan la importancia que tiene cada uno de los símbolos patrios.

Asimismo, se hizo eco del pedido de los jóvenes e invitó a las autoridades seccionales actuales y las que se elegirán el próximo año, a trabajar en beneficio de la juventud, ofreciéndoles más espacios públicos en donde puedan expresarse.

En diferentes establecimientos educativos de la ciudad también se desarrollaron actos cívicos.