No solo los estudiantes con problemas de aprendizajes necesitan apoyo en la escuela. También lo necesitan los de alta capacidad intelectual, como los superdotados. Estos últimos hacen preguntas diferentes, aprenden más rápido y quieren saber más, todo el tiempo en clases. Por esa condición suelen tener problemas emocionales y de adaptación.

‘Cómo llegar a estos chicos de altas capacidades y proporcionar mejores servicios en las escuelas’, fue el tema tratado por Doctor Jim Delisle, profesor de la Academia Scholars en Carolina del Sur, en Estados Unidos, uno de los tres principales conferencista del ciclo de conferencias ‘The Inclusión School 2020’, realizadas en Guayaquil del 23 al 25 de enero. “Es importante para ellos apoyo, un trato especial y darles, en un aula aparte de los estudiantes regulares, ciertas materias”.

Las ponencias sobre inclusión, hechas por expertos profesionales extranjeros a docentes y personas con carreras afines a la educación especial, se realizaron en las instalaciones del InterAmerican Academy y del Centro Ecuatoriano Norteamericano de Guayaquil.

Se trataron cinco temas: enseñanzas a estudiantes con discapacidad; a personas con capacidades intelectuales superiores; integrar tecnología en el aula de clase; estrategias de diferenciación para el aula y enseñar a los aprendices del idioma inglés.

El director del Centro de Recursos para Discapcitados de la Universidad de Carolina del Norte de Estados Unidos, Chris Stone, otro de los exponentes, habló de crear programas que permitan la participación de todos los estudiantes, pese a que tengan diferentes capacidades.

“Además de abrir espacio en la clase y en el patio a los estudiantes en sillas de ruedas, si como maestro escribo algo en la pizarra, debo leerlo también para que el que no pueda ver bien, lo pueda escuchar. Si expongo una pintura, debo generar un debate; si pongo un video, debo poner subtítulos. Esto es realmente inclusión”, explicó el experto.