Blanca Quiñónez
La basquetbolista ecuatoriana Blanca Quiñónez tiene contrato firmado en Italia desde el año pasado.Christian Vinueza / EXPRESO

Quiñónez, talento nacional que se cultiva en Europa

La alera tricolor Blanca Quiñónez recibió a EXPRESO en su casa y habló de su carrera antes de volver a Italia, donde cimienta sus sueños.

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“Que si quiero ser como algún jugador de grande. Nunca he dicho que quiero ser como tal jugador, sería bueno ser como uno de la NBA, pero prefiero ser Blanca Quiñónez, no Michael Jordan”. Hay quienes comienzan en un deporte por cierto ídolo que vieron en la TV y se enfocan en emular los logros que esa figura consiguió. No es el caso de esta milagreña de 1,87 m que disfruta de un contrato de cuatro años con la Magnolia, equipo del baloncesto femenino en Italia, y es una embajadora ecuatoriana en este deporte a nivel internacional, algo inédito.

Con 13 años, ha logrado abrir una puerta que ni en sus mejores sueños imaginaba, sobre todo porque el baloncesto no era lo que esperaba seguir. “Empecé a jugar a los 5 años en la liga cantonal de Milagro. A mí no me gustaba el deporte, pero iba porque mi mamá me decía que vaya. Ella lo practicaba de joven”, dijo Quiñónez.

Ojalá que el camino que está logrando Blanca sirva para que las autoridades apuesten por los deportistas y los respalden.

Fabiola Mina, madre de Blanca.

Su madre, escuchándola responder, la interrumpe y acota. “Pero es que ellos eran muy inquietos (con su otro hermano), yo la llevaba todos los días, hasta que le empezó a gustar el deporte y jamás dejó de practicarlo”, explicó Fabiola Mina.

Blanca Quiñónez
Loa padres de Blanca, Fabiola y Guillermo, han sido pilares en el recorrido de la deportista.Christian Vinueza / EXPRESO

Mientras Blanca sonreía con las anécdotas que se contaban en la mesa, su padre contó aquella vez que la llevó a jugar fútbol, deporte al que Blanca señaló tajante: “no me gusta para nada”.

“Yo sabía que a ella le gustaba el básquet, pero le pedí en una ocasión que me ayude a completar un equipo de los hermanos Cuvi (Hamilton y Carlos). Faltaba una chica y ella jugó. Ahí estuvo un tiempo hasta que lo dejó”, contó su padre Guillermo, entre risas, reconociendo que no pudo inducirla hacia su deporte preferido.

Eso de ponerme los pupos y embarrarme de lodo no me gustaba, además me tocaba salir corriendo al entrenamiento de básquet”, agregó Blanca.

Blanca Quiñónez
A pesar de su juventud, Blanca tiene claro los objetivos que tiene para su carrera.Christian Vinueza / EXPRESO

Su corto paso por el fútbol lo único que hizo fue estimular ese amor que le tiene al baloncesto y es que el deporte le viene bien. Ha sido seleccionada del Guayas, de Ecuador y ha ganado múltiples torneos locales, pero ninguno tuvo la relevancia como su participación en el del campamento de la NBA en enero pasado en México, donde se quedó con el logro de MVP (Jugadora más destacada).

“Fue un gran reto para mí porque me preguntaba contra quién me iba a enfrentar y me generaba ciertas dudas. Una de mis compañeras de cuarto (en Italia), Federica, me dijo que si no regresaba con el MVP no me abrían la puerta, aunque sé que lo dijo de broma, para mí era un desafío”, explicó Quiñónez.

Y la amenaza le valió, aunque el campamento no tuvo el arranque que ella quería.

Primero me pusieron a jugar de poste y mi posición es de alera. Eso de estar muy dentro y rodeada de gente no es mi fuerte. Logré que me ubiquen en mi posición y ahí sí me sentí cómoda”, detalló la tricolor.

Blanca Quiñónez
Siempre lleva consigo un cuadro en el que rememora sus logros en Ecuador. Es su cábala.Christian Vinueza / EXPRESO

Hoy tiene pronosticado volver a Italia, donde aún no puede jugar en la división más importante por su edad, pero sí en las inferiores de su club. 

De lunes a viernes descansa en el internado del colegio en el que estudia y los fines de semana duerme en un departamento con dos argentinas, Carolina Sánchez -quien lleva 29 años jugando baloncesto en Italia- y Federica, quien llegó a la par con Blanca.

Blanca Quiñónez
Su rol en el campo es de alera, encestar es una de sus virtudes gracias a su estatura.Christian Vinueza / EXPRESO

En el país de la ‘bota’ aprende un nuevo idioma y se acopla a la comida, las pastas son repetitivas para ella y extraña con fervor el pollo asado o unos camarones apanados. Pero nada grande que le impida continuar con sus sueños.

“A los 11 años nos llegó la posibilidad de una beca completa en California, pero solo para ella sola y era muy pequeña. Decidimos con mi esposo esperar y Dios obró. A la par de la propuesta en Italia, hubo de Canadá, Argentina y España”, reveló su madre.

Su progenitora recuerda que estuvo los dos primeros meses en Italia con ella y le sorprendió lo decidida que estaba Blanca.

Blanca Quiñónez
En el campamento en México, Blanca Quiñónez fue escogida como la MVP (jugadora más destacada).Cortesía

“Cuando estuvimos en el aeropuerto para mi vuelta pensé que íbamos a llorar juntas, que la iba a ver sensible, pero no, me dio un beso en la mejilla y me dijo ‘chao mami, que tengas un buen viaje’, en ese momento me di cuenta que estaba preparada”, manifestó su madre.

Al preguntarle si está consciente del precedente que está marcando, Blanca, sencilla, responde: “Tengo 13 años y todo ha ido muy rápido, sueño con estar en la WNBA y ser la primera ecuatoriana ahí, pero falta mucho camino y no me desespero. Soy feliz con lo que hago”, sentenció.