Otilio Valencia muerte
José González, mentor, amigo y compadre de Otilio, revisa recuerdos del extinto dirigente junto a la esposa de él, Grecia Tello.Miguel Canales / Expreso

Otilio Valencia, el legado inmortal

El exjugador, director técnico, árbitro y dirigente de baloncesto deja un camino en crecimiento para el baloncesto ecuatoriano. Su esposa y mentor lo rememoran

Grecia Tello intenta no llorar. Dice que tiene que ser fuerte por su hijo, Matthew (13), pero es casi imposible; la sala está llena de recuerdos de su esposo. Fotos, trofeos, medallas, placas conmemorativas, reconocimientos, recortes de periódicos... en cada rincón hay algo que grita dos cosas: Otilio Valencia y basquetbol.

Cuando estén leyendo estas líneas, el exjugador, entrenador, juez, amigo y dirigente estará cumpliendo 1 mes de fallecido. El pasado 1 de abril dejó la vida terrenal para convertirse en leyenda y sacar a flote un legado invalorable que ahora sus amigos, familiares y allegados destacan, muchas veces con lágrimas en los ojos.

Y es que quien hable del deporte canasta en Ecuador y no conozca el nombre de Otilio Valencia no sabe del baloncesto, dicen. Lo fue todo: jugador, entrenador, primer vocal principal y encargado de la comisión arbitral de la Federación Ecuatoriana de Baloncesto (FEB), presidente de la Federación Deportiva Estudiantil del Guayas, instructor y comisionado de la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) Américas e instructor de árbitros FEB.

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Lo realmente anecdótico es que una semana antes de morir, Otilio vio clasificar a Ecuador a su segundo PreMundial de Baloncesto, no porque formara parte de la selección nacional, sino porque asistió al evento en calidad de comisionado FIBA.

“Vivió por y para el baloncesto”, explica Grecia. Desde los 16 años que conoció el deporte en el colegio Francisco de Orellana, y posteriormente en su amado La Salle, hasta ser uno de los jugadores insignes de equipos como Emelec y de selecciones nacionales, pasando a ser uno de los profesores claves del colegio Cristóbal Colón y del extinto Salesianos Club, así como dirigente nacional e internacional. Incluso este año se iba a cumplir uno de sus más grandes sueños: asistir al Mundial de Baloncesto como segundo al mando del comisionado superior FIBA América, pero “eso no pasará”, añade la esposa con voz entrecortada. A los dos los unía más de 24 años de relación.

La mujer precisa que todo sucedió de imprevisto. Llegó de Venezuela el domingo 27 marzo con la clasificación de Ecuador al PreMundial y trabajó hasta altas horas de la madrugada, el lunes 28 acudió a una reunión de profesores en el colegio Cristóbal Colón donde era director de deportes; el martes 29 y miércoles 30 tuvo reuniones en la FEB y el jueves 31 otra en la Federación Estudiantil que también presidía. El viernes, luego del desayuno, se sintió mal y se desmayó en la mesa de su casa. No despertó nunca más.

“Al llegar al hospital dijeron que su estado era crítico y que todo había sido producto de una aneurisma (era hipertenso); ya cuando le iban a hacer la resonancia le dio un primer infarto, posteriormente en UCI un segundo que ya fue fulminante. No resistió”, cuenta Grecia entre sollozos.

  • Otilio Valencia muerte
    Valencia (d) con Emelec estuvo más de 15 años, donde consiguió muchos campeonatos.Archivo
  • Otilio Valencia muerte
    No solo fue profesor de colegio, sino que su último cargo fue el de titular de la Federación Deportiva Estudiantil del Guayas.Archivo
  • Otilio Valencia muerte
    Fue DT de La Salle, Espol, entre otros.Archivo

Histórico con Emelec por más de 15 años en la consecución de títulos nacionales en la época de otras figuras como Engels Tenorio, Ayub Sánchez, Marcos Sánchez, Eduardo Chong Qui, entre otros, Valencia se dedicó a especializarse en el arbitraje tras dejar la actividad como jugador. Eso lo llevó a vincularse a nivel dirigencial y plantar varios cambios en ese gremio.

“Enterré a mi esposo con su camiseta de Barcelona (era amarillo, pese a amar a Emelec en el baloncesto), su saco FIBA y la bandera de Ecuador. Llegó con el básquet hasta el final”, apostilla.

Si hay alguien que pueda hablar de Otilio Valencia ese es José González, su mentor, amigo y hasta compadre. Fue él quien lo descubrió a los 16 años cuando era profesor del colegio Francisco de Orellana de Guayaquil.

“Él (Otilio) primero fue beisbolista, sin embargo al iniciar la secundaria le propusieron acudir a una prueba de baloncesto donde yo era el profesor y nunca más dejó la actividad. Su pérdida deja un vacío gigante en el deporte ecuatoriano por todo lo alcanzado”, dice aún acongojado González.

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El aún catedrático cuenta cómo por el talento de Otilio el colegio San José La Salle se lo llevó del Francisco de Orellana para terminar sus estudios secundarios, empezando ahí una carrera muy fructífera. “Yo era su profesor en el Orellana, pero luego de unas vacaciones no lo vi más. Después me enteré del ‘camisetazo’; me molestó, pero como yo también era entrenador en Emelec tuve la oportunidad de vincularlo de manera externa y fue cuando llegó a ser catalogado como ‘El Mejor de la década’”, precisa González.

Ya después por recomendación de su mentor, Valencia, quien primero se graduó como ingeniero en sistemas, estudió una licenciatura en Educación Física, carrera que le abrió las puertas para ser también educador y formador de muchos de los jugadores que hoy en día transitan por distintas categorías no solo a nivel nacional, sino también internacional.

El pasado 1 de abril, desde la Federación Ecuatoriana de Baloncesto, hoy presidida por Mario Mora, hasta la Federación Nacional de Venezuela y la FIBA Américas, lamentaron la partida de Otilio, “un vacío que será difícil de llenar”, coincidieron todos.

MEJORAS QUE IMPULSÓ Y QUE QUEDAN PENDIENTES

Luego de que Otilio Valencia se retiró a los 27 años de edad como jugador activo con múltiples campeonatos, se empezó a formar y a especializarse en el arbitraje, de ahí que hasta el fin de sus días logró ascender no solo a nivel local en la dirigencia en ese apartado, sino que en el Mundial de este año iba a ser el segundo al mando del comisionado superior FIBA Américas.

Cuenta su esposa Grecia que, durante la pandemia, Valencia nunca dejó de trabajar y capacitar a los jueces de Ecuador para que aprovechen la para de actividades y más bien actualicen sus conocimientos.

“Otilio luchó y trabajó por el arbitraje ecuatoriano, incluso estaba peleando para que todos accedan al seguro social y algunos otros beneficios, pero no sé en qué quedará todo lo que ya había avanzado”, acotó.

De momento se sabe que en honor a su memoria, todos los torneos nacionales formativos llevarán el nombre de Otilio Valencia.