Sin espacio en el primer equipo, Leonardo Campana tiene ahora más competencia en el Wolverhampton, lo que complica aún más la situación del delantero ecuatoriano.

No es de extrañar que el Wolverhampton, a cada fichaje que haga, se convierta en tendencia mundial. Ya es habitual que la mayoría de sus incorporaciones, desde 2016, lleven bajo ellos la misma bandera: la portuguesa. Es por ello que es clave rescatar que, de entre la propiedad del club inglés, hay dos vertientes unidas: la de Fosun International, conglomerado chino que es el dueño tras su compra por 52 millones de euros; y la de Gestifute, agencia de representación de Jorge Mendes que, precisamente, vendió un 20% a dicha entidad.

Bajo ese contexto, Fábio Silva se convirtió en el fichaje más caro de la historia del Wolverhampton. Los ingleses pagaron 40 millones de euros para llevarse al joven portugués, que ahora tendrá a Raúl Jiménez, Adama Traore, Diogo Jota y Leonardo Campana como delanteros.

Ahora, con 18 años recién cumplidos, le ha tocado 'volar' de O Dragao. Sus tres goles y dos asistencias en 21 partidos han convencido al Wolverhampton para convertir a la 'joya' del Oporto en el fichaje más caro de su historia.

La llegada de Silva complica más la situación de Campana, quien sigue sin vitrina a pocas semanas del inicio de la eliminatoria del Mundial de Catar.