Conversar sobre este licor no solo es hablar de su sabor, olor y tradición, sino también de hazañas vikingas y celtas que involucran gnomos, fantasmas, monstruos del Lago Ness y hasta dioses nórdicos.

Esta bebida espirituosa, que lleva historias épicas plasmadas en sus botellas, nace en Irlanda en 1405. Allí se la conocía como “agua de vida” porque en ese entonces, además de curar las heridas del alma, se la utilizaba para cerrar las físicas.

Con el pasar de los años, el fraile escocés John Cor la recrea y, por esto, el origen del whisky se lo atribuye erróneamente a Escocia. Pero, ¿qué tiene de especial esta bebida que está asociada a la exquisitez y al prestigio?

José Massú Espinel, crítico de whisky titulado en la Scottish Academy, explica que este licor tiene tres ingredientes: agua, cereal y levadura. “Estos se maduran en un barril de roble por mínimo tres años, a 40 grados de alcohol. Este tiempo de preparación y todo lo que encierra su proceso lo convierten en algo exclusivo”.

Pero eso no es todo. Existen diversos tipos y curiosidades a su alrededor. SEMANA se las comparte para que, la próxima vez que lo beba pueda decir ‘Sláinte’ (salud en gaélico). 

Datos

1. Existen tres tipos de whisky: Single Malt, Single Grain y Blended. El primero proviene de una sola casa de destilería; también el segundo, pero en lugar de cebada, utiliza trigo, maíz o centeno; y el tercero tiene varios whiskies de malta y de grano que vienen de diferentes destilerías en una sola botella.

2. La edad de la botella corresponde a la de la gota más joven de la misma. “En un Chivas Regal de 12 años hay 35 whiskies adentro, ninguno de ellos ha estado menos de 12 años en un barril”.

3. Es transgeneracional. No existe otro producto en el mundo que se tome tanto tiempo en estar listo. “Si yo hiciera una destilería hoy para hacer whisky de 60 años no lo voy a ver nunca, probablemente mi hijo sí”, señala el experto.

4. Existen sabores frutales, especiados, ahumados, cauchosos, de chocolate, vainilla o caramelo. El olor y el sabor son dados por la particularidad subatómica del alcohol.

5. El whisky se lo toma como a usted le guste. Solo en caso de una cata, este debe ser servido puro sin hielo ni agua.

6. La turba es un derivador de sabor muy común. Los whiskies turbosos son los mal llamados ahumados.

7. Todo whisky primero es cerveza.

8. Whiskey se escribe con e al referirse a las denominaciones de origen de Irlanda y Estados Unidos, mientras que sin la e a las del resto del mundo.

9. Los Speyside son frutales y florales; los Highland son especiados o con frutos secos; los Island o Islay son ahumados o terrosos, los Lowlands más achocolatados y dulces y los Campbeltown son la conjunción de todas las anteriores. El consejo: pruébelos todos.

10. El whisky en la botella no se daña nunca, su única kriptonita es el sol, por ello guárdela en un lugar adecuado y la botella en posición vertical.