Nos referimos a las plantas, las cuales son purificadoras de aire, decoran ambientes, relajan a quienes las podan, limpian y riegan, reduciendo el estrés y ansiedad, afirma la diseñadora de jardines verticales Mónica Puente Cepeda.

La presidenta del Club de Bonsáis de Guayaquil, Elizabeth Roca, coincide en que trabajar con ellas es terapéutico, ya que ayudan a canalizar las emociones. Asimismo, añade otra cualidad: son estimuladoras de la creatividad, porque en el caso del bonsái, por ejemplo, se debe recrear lo que se ve en la naturaleza, producir un miniescenario.

A continuación, cuatro variedades que le gustarán a la reina del hogar, pues le recordarán el proceso que tuvo con sus hijos: cuidar, amar y verlos crecer...

Bonsái: Para empezar puede regalarle un ficus, característico de nuestra ciudad. Las veraneras o los árboles frutales como limón, cereza, tamarindo son los indicados. Si lo tiene en el exterior, riéguelo a diario; y si no recibe sol, cada tres días. Si posee forma, intente mantenerla podándolo.

Orquídeas: Si a ella le gustan las flores, esta es perfecta para regalar. Su flor, según la especie, dura de uno a tres meses, por lo que se las puede disfrutar por mucho tiempo. Cuando muere su flor, sitúela donde reciba sol indirecto y aire para que florezca nuevamente. Regándola pasando un día y abono cada seis meses vivirá varios años.

Suculentas: Un minijardín o terrario con ellas es ideal, no solo porque están de moda, sino porque embellecen ambientes. Necesitan mucha luz natural, que mamá tenga un espacio techado en el jardín o que las pongan al pie de una ventana. Necesitan riego cada vez que el sustrato (tierra) esté seco, lo que depende de factores como ubicación, tipo y tamaño de maceta, temperatura, entre otros. En nuestro clima puede ser cada 10 o 15 días. Los cactus forman parte de este grupo.

Lucky Bamboo: Es para aquellas mamitas que no cuentan con mucho tiempo disponible. Se mantienen en agua y casi no requieren de cuidados. Solamente hay que limpiar el polvo de sus hojas y cambiar el agua cada tres días. Ubíquelo donde reciba un poco de luz.