
Trump muestra su ‘lado amable’
El precandidato republicano a la presidencia de EE. UU. Donald Trump fue el domingo al poblado de Plymouth, en las montañas del estado de Nuevo Hampshire, y prometió reducir los precios de los medicamentos, mejorar la educación y ayudar a los adictos a la heroína a acceder a tratamientos. Eso tuvo lugar un día después de que dijo en un debate de republicanos que no quería dejar a los pobres “muriéndose en las calles” y fue elogiado por expertos por su presentación contenida en la que evitó mayormente atacar a sus rivales. No es que Trump, conocido por su estilo incendiario, se haya suavizado de pronto. En el mismo evento en Plymouth, refirmó su respaldo a reanudar las torturas mediante la técnica conocida como “ahogo simulado” para sospechosos de terrorismo y, si fuera necesario, hacer cosas “mucho peores”. Se burló del “pobre Jeb Bush” y habló sobre los “estúpidos” que controlan el Gobierno. Pero durante la última semana se ha dado a conocer un Trump más moderado que parece menos interesado en lograr la nominación de su partido el 8 de noviembre a punta de polémicas y estar más dispuesto a ver a sus adversarios con ecuanimidad. Su campaña ha estado trabajando para moderar su imagen. Ese esfuerzo comenzó con fuerza en Iowa, donde Trump llevó a un líder de la Iglesia evangélica como testigo de su carácter, usó a sus hijos como suplentes e incluso apareció en público con su esposa Melania, que se ha visto raramente en la campaña. Antes de las primarias de Nuevo Hampshire de hoy, en que Trump lidera los sondeos de opinión, ha compartido dolorosas historias personales, ha visitado restaurantes para saludar a los comensales y ha intentado enviar el mensaje de que pese a su enorme fortuna y estilo confrontacional, es un tipo regular. Los aspirantes demócratas y republicanos a la Casa Blanca cerraron con grandes eventos y ruidosas multitudes su campaña ayer en Nuevo Hampshire. Hasta cuatro actos celebró la exsecretaria de Estado Hillary Clinton ayer en Nuevo Hampshire, un estado donde va segunda por, entre otras razones, la cercanía del estado de su rival, el senador por Vermont Bernie Sanders, autoproclamado “socialista”. El magnate aglutina en este pequeño estado de la región de Nueva Inglaterra un apoyo del 31,6 % por encima de los dos senadores de origen cubano, Marco Rubio (31,6 %) y Ted Cruz (13 %), según la web RealClearPolitics, que elabora una media de todas las encuestas nacionales publicadas en Estados Unidos. Agencias