Un proverbio estoniano dice que más vale una cabra que da leche que una vaca estéril. Algunos aeropuertos ecuatorianos que no generan ingresos (aunque tienen buena infraestructura y equipamiento) bien podrían ser comparados con una corpulenta pero infecunda res. Los altisonantes discursos y expectativas con los que se inauguraron aeródromos como el de Tena, Santa Rosa, Latacunga y Salinas quedaron solo en eso, pues estas terminales aéreas hasta ahora no justifican con su operación la millonaria inversión.

Jumandy, en Tena, capital de la amazónica provincia de Napo, fue construido con todos los requerimientos de un aeródromo moderno y una pista con sistemas necesarios para una buena aproximación de aeronaves. “Pero allá no vuelan ni las moscas”, dice el capitán Hugo Benavides, jefe de Operaciones de Endecots, empresa de taxi aéreo que esporádicamente lleva unos pocos pasajeros allá.

Inaugurado en 2011 a un costo de 48 millones de dólares, desde allí se movilizaron en 2016 solamente 1.530 pasajeros, una media de 4 por día. Y este año la situación no es distinta. Para tener una idea, los ingresos que dejó hasta septiembre fueron de apenas $ 11.544,65, frente a egresos de $ 266.369,33.

El de El Coca, en la vecina Orellana, es el que capta hoy el transporte aéreo de la región.

EXPRESO visitó la semana pasada el aeródromo General Ulpiano Páez, de Salinas, que fue repotenciado e inaugurado en medio de fanfarrias en enero de 2014, a un costo de $ 15’924.429. Es el único del país con dos pistas activas, pero las aeronaves de las grandes líneas aéreas no asoman por allí. Los viernes y domingos son los únicos días que recibe vuelos comerciales. La ruta abierta desde su apertura es Salinas-Quito y viceversa.

Los counters y salas de embarque permanecen vacíos. Si algo denota vida allí es una isla donde una promotora de vuelos privados da información al escaso público. A su pista le sacan más provecho dos escuelas de aviación, Sky Ecuador y Aviaciones AV, que la usan para las prácticas de sus pilotos.

Entre enero y septiembre sus ingresos fueron ínfimos: 42.015 dólares.

En el de Santa Rosa (El Oro), ni siquiera ciertos vuelos de avionetas logran desperezar a los técnicos de la torre de control de su terminal. Proyectado a largo plazo con visión integracionista y cobertura en transporte de pasajeros y carga para el norte del Perú y sur del Ecuador, siete años después de su inauguración aún no despega. Con una inversión de $ 47 millones, inició actividades en enero de 2010 con viajes domésticos que ofrecía la aerolínea Saereo. Hoy solamente Tame llega con una frecuencia al día.

Sus egresos han sido dos veces superiores a sus ingresos este año (ver cuadro).

“Esa es la realidad y es por ello nuestra preocupación por conseguir que las cosas cambien”, manifiesta el alcalde de Santa Rosa, Clemente Bravo.

La misma historia vive el aeropuerto Internacional Latacunga, que se quedó sin vuelos de carga y de pasajeros tras la salida en julio pasado de la empresa Cargolux, que era la única línea aérea de carga que mantenía vuelos regulares.

Joffre Campoverde, quien fue subdirector de la Dirección de Aviación Civil en el Litoral, califica a estas instalaciones como “verdaderos elefantes blancos” que se construyeron sin ninguna planificación.

“Ese fue un dinero realmente despilfarrado, no se justifica la inversión y peor con los costos que contrató el Gobierno”, añade este aviador retirado.

El director ejecutivo de la Asociación de Representantes de Aerolíneas del Ecuador (Arlae), Marco Subía, indicó a EXPRESO que las compañías aéreas no vuelan a estos aeropuertos porque no son rentables al no tener demanda.

Tras revelar que el presupuesto total anual de mantenimiento y operación de estos cuatro aeropuertos es cercano a los $ 3 millones, el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) dijo a este Diario que, junto con la Dirección General de Aviación Civil (DGAC), analiza constantemente la situación aerocomercial para mejorar estas condiciones y alcanzar al 100 % el objetivo de conectividad y accesibilidad de los servicios.

Agregó que esta cartera impulsó la firma del Decreto Ejecutivo 204 del 9 de noviembre, que busca reactivar algunos aeródromos. El documento incluye a las terminales de Cuenca, Manta y Latacunga en una medida establecida en 2015, que fijó un subsidio del 40 % en el precio del combustible para aeronaves que utilicen los aeropuertos a cargo de la Dirección de Aviación Civil.

No obstante, Subía señala que “incluso si nos ponen valores a cero, sin pasajeros no van a lograr funcionar estos aeropuertos y eso únicamente se logra promocionándolos a nivel interno e internacional”.

Propuestas

“Aprovechar los subsidios”

La primera acción que las aerolíneas recomiendan es promocionar los aeropuertos. El representante de Arlae, Marco Subía, dice que los de Latacunga y Manta, por ejemplo, son de nivel internacional que necesitan promover vuelos ‘low cost’, hoy que rige un descuento en el combustible del 40 % y las tasas aeroportuarias son más bajas que en Quito y Guayaquil.

“Impuestos como el Ecodelta que se cobran en los boletos emitidos dentro del país y otro llamado Potencia Turística deben ser para la promoción del turismo en general”, acota Subía.

Joffre Campoverde, exsubdirector de la Aviación Civil, cree que volver a tener una aerolínea de bandera ayudará a esa promoción.

Voces

Marco Subía, director ejecutivo de la Asociación de Aerolíneas

La única forma de lograr demanda en los aeropuertos es promocionándolos dentro y fuera del país y probablemente han de necesitar algún beneficio adicional, tipo subsidio.

Capitán Hugo benavides, de la compañía de taxi aéreo Endecots

Un aeropuerto que es muy costoso para el país es Jumandy, en Tena. Tiene de todo, la pista tiene todos los sistemas para una buena aproximación, pero allá no vuela nadie.

Datos

Reacción.

El MTOP señaló que el Estado trabaja para mejorar las condiciones turísticas, logísticas y de infraestructura para las operaciones aéreas.

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El ministro Paúl Granda informó que se logró que Latam Airlines Ecuador sume desde este mes más vuelos en la ruta Quito-Cuenca-Quito y Quito-Guayaquil-Quito. Además, está previsto implementar un vuelo de carga en el aeropuerto de Cotopaxi.