Un tercio de las grandes empresas cerradas en 2015 por la Superintendencia dio perdidas

Pérdidas acumuladas de un 3.244 % durante 2014 fue el argumento de peso que tomó la Superintendencia de Compañías en octubre del año pasado para disolver a la empresa de publicidad y marketing Experiencias Wunderman, que había declarado ventas en 2012 por $ 2,5 millones, según la información recabada y publicada por la institución de control societario en su web.

Esta descapitalización tan abultada queda enmarcada en la causal 6 del artículo 361 de la ley de compañías. Dicho de otra manera, la norma permite a la Superintendencia disolver empresas cuando estas registren pérdidas de más del 50 % de su capital social.

Esta fue la razón para que la institución pública actuara, el año pasado, en un tercio de las 19 grandes empresas (entre las 5.000 de mayores ventas de 2010 a 2014) que cerraron por orden de la Supercías. Entre ellas, la automotriz Galarza Motors ($ 13,7 millones en ventas en 2011) o Western Pharmaceutical (facturas por $ 25,1 millones en 2013).

La entidad pública, como informó ayer EXPRESO, disolvió de oficio más de 1.500 empresas en 2015 de un total de 1.800 sociedades que dieron el primer paso para cerrar el año pasado.

La otra razón más recurrente en los cierres forzosos -obstaculizar el control o incumplir las resoluciones- también tiene un sustento en el mal desempeño de las compañías. Ya que otro tercio de estas grandes sociedades fueron intervenidas en algún momento por no presentar balances o por tener incumplimientos económicos y documentales, como la exportadora Marest ($ 9 millones en ventas en 2014) o la constructora Sánchez Villegas ($ 6,6 millones en 2011).

También hubo cierres forzosos por inactividad o conclusión de la operación que constituye el fin social, como en el caso de la empresa Cusho, dedicada a las obras de asfaltado, carreteras o puentes (5,4 millones de dólares en 2013).

Del total de 39 grandes empresas - según sus ventas- que pusieron el candado al negocio el año pasado, 20 fueron por decisión propia. La constructora Iberhábitat y la operadora portuaria Multimodal fueron víctimas confesas de las dificultades económicas actuales. Las demás no recogieron los motivos concretos en sus declaraciones. SE