La NASA pretende crear su propia “gasolina” a partir del suelo del Planeta Rojo.

El suelo marciano, la clave para volver a la Tierra

La NASA prepara para el 26 de noviembre el aterrizaje en suelo marciano de InSight, que tiene como objetivo dar luz sobre las entrañas de Marte.

La NASA planea llegar a Marte y, como es lógico, también pretende regresar a sus astronautas o al menos esa es su promesa. Uno de los graves problemas para lograrlo es que no pueda transportar suficiente combustible. Por cada kilo que se quiera enviar al planeta rojo, se necesita 225 kg de combustible.

Sin embargo, parece que la agencia espacial por fin ha dado con la solución más práctica: crear su propio combustible. ¿Cómo? A partir del suelo de la superficie de Marte.

El líder del proyecto ISRU (utilización de recursos in situ), Kurt Leucht, explica que la idea es fabricar recursos con polvo. “Se extraerá agua del regolito marciano y luego se usará electrólisis para convertirla en hidrógeno y oxígeno. Posteriormente el sistema combinará el hidrógeno con el carbono de la atmósfera del Planeta Rojo para producir metano, el cual puede funcionar como combustible para cohetes”.

La tarea del excavado será realizada por un robot minero autónomo llamado Rassor (robot avanzado de operaciones sobre superficies de regolito), el cual está diseñado para cavar en condiciones de poca gravedad con la ayuda de unas pequeñas palas en los tambores.

Este robot luego transportará el fino polvo marciano hacia una instalación de procesamiento donde un horno separará el agua del regolito. Mientras que el polvo será regresado a la superficie para poder ser utilizado como material de construcción, el agua será purificada para poder ser bebida o usada como base para fabricar combustible.

“Al dividir las moléculas de H2O con un electrolizador en moléculas de gas de hidrógeno (H2) y moléculas de oxígeno (O2), y luego comprimir y licuar ambos gases por separado, podemos sintetizar el combustible y el oxidante que se usan más comúnmente en los motores de cohetes de combustible líquidos”, añade Leucht.

Posteriormente, NASA convertirá el hidrógeno en un tipo de combustible que es mucho más fácil de almacenar: el metano (CH4). El carbono faltante será extraído de la atmósfera marciana gracias a un congelador de dióxido de carbono.

La intención de este proyecto es ponerse a prueba con anticipación para comenzar con las primeras etapas de este procedimiento. De manera que estamos a por lo menos un par años de ver los resultados, si es que alguna vez hay... Si es así, los astronautas volverán a la Tierra para contarlo.