Elecciones. Alejandro Domínguez ocupaba el cargo interino en el organismo por Napout. Ayer en los sufragios fue respaldado.

De las sillas de ruedas a la donacion de pelucas

La fundación Voces Blancas arranca el año con un nuevo reto solidario. No se centrará solo en entregar muletas y sillas de ruedas para los niños con cáncer, sino que, además, obsequiará pelucas a las pequeñas que padecen de la enfermedad. Los primeros pasos los dieron los voluntarios en los últimos días del 2015, cuando, en un evento musical, Kristell, de 6 años, recibió ese cabello que tanto anhelaba y que había perdido por efecto de la quimioterapia. Lucía feliz y su madre, Karina Anchundia, no dejaba de agradecer por este regalo. Andrés Solís, representante de la fundación, busca aliados para dibujar más sonrisas. Son esos padrinos que con una contribución económica apoyarán en la parte emocional de estos chicos. A cambio, serán parte de los teatros musicales que organiza la agrupación, de las salidas al cine con los pequeños y además vivirán la experiencia de ser testigos de cómo su aporte se cristaliza. El 6 de enero arranca oficialmente esta nueva faceta solidaria. Lo harán con dos niñas que reciben tratamiento en Solca y será una jornada, también musical y llena de regalos, que se desarrollará en el auditorio del hospital. Los voluntarios saben cómo cambia la actitud de estas pequeñas con sus pelucas, que superan los 200 dólares y que son confeccionadas a base de cabello natural. Para sus padres, que deben enfrentar los gastos médicos que la enfermedad genera, conseguir estos fondos es difícil. Por eso, algunas pequeñas cubren esa falta de cabello con un pañuelo o una gorra. Usar una peluca artificial no sería lo adecuado, pues podría causar algún tipo de alergia. Hasta ahora, esta labor ha sido posible por el dinero que se recauda a través de la música y el arte. En Guayaquil, Luis Sacoto, productor musical que forma parte del equipo solidario, se dedica a todo lo relacionado con los discos que grabaron los voluntarios con varios artistas. Aspiran a colocar 3.000 copias, a 5 dólares cada una. Mientras esto ocurre en Guayaquil, en Quito arranca otra parte importante de esta labor. Gerardo Tul, artesano profesional, y su equipo, se encargan de tejer las pelucas. Para hacerlas se necesita de la donación de, al menos, 20 centímetros de cabello, que irán acompañados de una colaboración económica que permitirá cubrir una pequeña parte de la confección. La fundación ha dado grandes pasos en su afán de ayudar a los niños. Lograron iniciar y consolidar su banda musical, conformada por Enrique Bravo (bajista), Álvaro Chicaiza (guitarrista) y Andrés Solís (guitarra y voz). Ellos seguirán grabando con el fin de presentar las canciones que lleven un mensaje positivo a la niñez. En esta línea, para este año preparan otra propuesta musical. El single estará listo a finales de marzo. Y así comenzarán a atender los pedidos de pelucas. Ahora solo queda conseguir la colaboración para hacer realidad los sueños de estos pequeños de volver a lucir cabello.