Una enorme fila de gente arma tumulto estos días en la Kennedy Norte, frente la casa de la presentadora de televisión Gabriela Pazmiño, quien decidió emprender su propio negocio de comida rápida esta semana, en una carretilla, un escenario que contrasta con la residencialidad de la zona.

La mañana que Gabriela anunció la inauguración convocó a sus seguidores en Instagram. A la noche, caída y limpia. Todos los hotdogs y las hamburguesas fueron vendidos.

Gabriela atiende personalmente en la menuda estructura de no más de metro y medio de ancho que colocó en el exterior de su domicilio, en la avenida José Castillo Castillo.

“Este negocio ha salido desde el fondo de mi corazón. Yo cocino, yo hago la salsa”, describió entusiasta en un video.

Quien visita como cliente, a veces, debe esperar hasta media hora por el producto elegido. Si tiene suerte, ella o su esposo, Dalo Bucaram, les dan la bienvenida mientras aguardan. “Las mujeres embarazadas no hacen fila”, advierte Gaby.

Como es muy activa en esa red social, no resulta extraño que haga desfilar la cámara de su celular saludando a sus fans, que llegan de todas partes: del sur, del norte, del centro. De Sauces, de la Coviem, de por allí y desde muy lejos, como de Vinces o de Paján.

La Sazón de la Gaby, como bautizó el local, abre de jueves a domingo, desde las 18:00 hasta las 21:00. El jueves 31 de mayo, Pazmiño se cuestionaba en redes cómo consiguió permisos de funcionamiento comercial en esa zona residencial.