Elecciones. Alejandro Domínguez ocupaba el cargo interino en el organismo por Napout. Ayer en los sufragios fue respaldado.

Samborondon tendra una iglesia para mil feligreses

Los feligreses de la Isla Mocolí, Ciudad Celeste, El Cortijo y Buijo Histórico, que cada domingo peregrinan hacia las iglesias Santa Teresita, San José María, Santo Tomás, Santuario de Schoenstatt y otras, inclusive de Guayaquil, cambiarán esta realidad en dos años.

Esa es la meta que se han propuesto los padres Eduardo Mendoza y Ricardo Zamalloa, de la congregación Familia Pro Ecclesia Sancta, quienes llevan adelante este proyecto y que con el apoyo de la feligresía esperan concretarlo en el 2018.

El primer paso se dio el pasado martes, con la presentación oficial del proyecto de construcción del Complejo Parroquial San Miguel Febres Cordero, el cual estará ubicado en el km 9.5 de la vía a Samborondón. En diciembre del año pasado, la promotora inmobiliaria Batán cedió el terreno en comodato a la nueva parroquia.

Este complejo será construido en un terreno de 20.000 kilómetros cuadrados e incluirá un templo con capacidad para mil personas, oficinas administrativas, salones parroquiales, casa parroquial y parqueadero.

El proyecto arquitectónico del templo será diseñado por el mismo equipo técnico del Batán y conservará la línea urbanística del complejo inmobiliario.

Los detalles del diseño y el financiamiento serán conocidos próximamente, aunque se adelantó que lo obtendrán por donaciones y para eso se creó un programa de recaudación. “Por actividades no, porque es un proyecto muy grande, tardaríamos cinco, o diez años haciendo cenas y bingos y lo lograríamos”, indicó el padre Zamalloa.

Para llegar a esta etapa los “padres de El Cortijo” o “padres peruanos”, como se los conoce a estos sacerdotes, tuvieron que socializar el proyecto con los fieles, a través de visitas casa a casa. Trabajo que vienen desarrollando desde el 2014.

Muchos se han adherido a esta iniciativa, entre ellos Carla Bastidas, pues este sector, que crece demográficamente cada año, necesita del acompañamiento religioso y las parroquias de los alrededores no alcanzan a cubrir las necesidades espirituales de la zona.

Aunque, por ahora no existe un lugar físico que identifica a esta nueva parroquia, el trabajo espiritual está presente. Cada domingo y con autorización del arzobispo (es prohibido celebrar misas en casas), los padres Zamalloa y Mendoza ofician misas en diferentes horarios y urbanizaciones.

En dos años y con la contribución de los fieles de la parroquia en este sector se levantará el templo más grande de esta zona de Samborondón.