Primer canonazo (festivo) 2019

Habrá algunos lectores a quienes este cañonazo les repugne desde el título. Nada hay que festejar, dirán molestos. Yo replico que a lo mejor tienen razón pero, por eso mismo, en este año que hoy comienza hay que encontrar motivos para hacerlo memorable, y si lo recibimos fruncidos, de fijo, solo obtendremos una mala profecía autocumplida.

A sacudir el pesimismo entonces, es mi muy cordial invitación. No hay ingenuidad en ella. Bien sé que viene complicado el recién nacido y sobre eso he escrito bastante, pero para alertar y tomar medidas, no para ponernos negativos.

Por ello, y por los años que voy viviendo, puedo concluir: maldecir el futuro que vislumbramos oscuro no lo aclara; por el contrario, contribuimos a las tinieblas con unos cuantos nubarrones más.

Lo bueno es que ahora estamos más cerca de poder realizar esfuerzos en común. No es perfecta pero, sí es visible la posibilidad de mantener diálogos más o menos fecundos. Por supuesto, es imprescindible combatir en serio la corrupción, por ejemplo, para recuperar la fe pública hasta ahora no muy robusta, más bien raquítica. Necesitamos freír unos cuantos peces gordos y hacer el acto milagroso de lograr que algún lagarto vomite lo tragado. El Ecuador necesita creer que el combate a la corrupción va en serio. Por eso lo de la Comisión Internacional contra la Impunidad no se puede descartar a ‘priori’. Claro que con la administración de justicia que aún se mantiene, hasta los más capacitados especialistas podrían tener un sonoro fracaso. Las redes de la corrupción son gigantescas y profundas. Llegan a lugares insospechados. Por eso mismo hay que perseverar en el esfuerzo de evidenciarlas. En todo caso, sería para tirar cohetes, festejar en grande, la captura de unos cuantos peces gordos este 2019. Tengo el pálpito de que puede suceder. En alguna medida han cambiado los altos cuadros del Gobierno y es de esperar que no están ahí para solapar a los corruptos sino para todo lo contrario. Ojo, que estoy dejando de ser festivo y me estoy desviando a la crítica habitual, mejor pensemos en fútbol y en que Emelec será campeón.