El juane es un plato característico de la región amazónica.

Peru a traves de sus sabores

Cuando se fusionan productos regionales, técnicas ancestrales y platos emblemáticos, la gastronomía se vuelve un motivo para viajar.

Un paraíso de sabores estuvo a nuestro alcance y a solo cuatro horas y media, movilizándose en vehículo propio. El estadio Mariscal Cáceres de Tumbes reemplazó los balones y goles por delantales y comida. La feria ‘Perú, mucho gusto’ que se desarrolló del 14 al 16 de diciembre último, sirvió la mesa y presentó la gastronomía de sus 25 regiones, mostrando así su cultura, comida y artesanía, ingredientes que se emplearon para atraer el turismo interno y fronterizo (Guayaquil, Machala, Loja y Cuenca).

La intensidad del sol no derritió el deseo de los 28.000 visitantes de acudir al recinto ferial, donde ritmos afroperuanos y danzas amazónicas sazonaban el evento, en el que destacó la sostenibilidad. Por primera vez se usaron utensilios ecoamigables, tenedores de bambú y platos hechos a base de trigo.

Cada una de las tres regiones, Costa, Sierra y Selva tuvo su estand, pero ganó protagonismo la amazónica, que mostró platos típicos como el juane, un preparado de arroz, pollo y huevos precocinados, mezclado con cúrcuma, aceitunas y vegetales (ají dulce y sacha culantro), envueltos en una hoja de bijao (similar al plátano), que se pone a baño María y se acompaña con salsa de castaña (nuez) y refresco de cocona (fruta) o chicha de maíz morado. Su forma se asemeja a la cabeza decapitada de Juan el Bautista, de allí su nombre, menciona Evelyn Grados, subdirectora de Turismo Interno de Promperú.

El chancho al palo es otra tentación. Lleva carne de cerdo macerada en aguardiente y especias de la selva, para luego ser asado por varias horas en leña de algarrobo. Trozos de yuca, ensalada de cocona y ají chirapita en crema son las mejores guarniciones.

En la Costa, los ceviches y chicharrones de mariscos se llevan los aplausos. La fusión entre lo propio y lo extranjero se evidencia en la sopa seca con carapulcra, espagueti al pesto con papa deshidratada y guiso de cerdo con maní. La Sierra estuvo representada por su característico cuy tierno, de 60 días de nacido, el mismo que se lo adoba con sal y maíz, para luego ser frito en leña. Papas cocidas, salsa criolla y ají rocoto molido completan el plato.

La dulzura estuvo presente en los postres y en el buen servicio de los expositores, característica considerada en la selección de los participantes. Javier Ampuero, graduado en Le Cordon Bleu de Perú y presentador de TV, cuenta que los antiguos pobladores hacían mazamorras endulzadas con mieles de caña de maíz o de abejas, pero con la llegada de las monjas españolas, se desarrolló una gran variedad.

Otro de los más consumidos fueron los picarones que son unas masas de camote, zapallo, anís y levadura que se fríen y bañan con mieles de higo, maracuyá, mango y aguaymanto (uvilla). Los comensales hacían largas filas para comprar las donas peruanas.

Un postre ancestral es el queso helado, propio de Arequipa. Dentro de una tinaja de acero se vierte leche, debajo del recipiente va otro que contiene hielo y sal. Se va girando poco a poco la leche, manualmente, y lo que está más cerca al hielo se va granizando, con una espátula lo despegan y salen pequeñas rebanadas que parecen queso, al final se le espolvorea canela.

El pisco, trago bandera de los peruanos, y sus variedades estuvo presente: el sour, el chilcano y diversidad de coctelería. Hay tres tipos de pisco: el puro (una sola variedad de uva), el mosto verde (uvas no maduras) y acholado (mezcla de diversas uvas).

Con tantos sabores, preparaciones, insumos y gente amable, Perú... fue un gusto conocerte.

Datos

- La feria fue organizada por el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) y la Comisión de Promoción del Perú para la Exportación y Turismo (Promperú), con el apoyo del Gobierno Regional de Tumbes. Esta es su 4ª edición, desde el 2014 se realiza en esta ciudad y en Tacna, sur del país.

- Los ganadores fueron: premio a la tradición para el restaurante ‘El Tumi de Túcume’, que presentó la causa ferreñafana, plato elaborado a base de pescado salado, plátano sancochado, lechuga, cebollas y papa. La receta innovadora se la llevó el restaurante ‘El Sui Sui’ con su chancho al palo amazónico. El galardón a la gastronomía sostenible lo obtuvo el proyecto ‘Cocinando y conservando’, del chef Roy Riquelme. Los picarones se llevaron el primer lugar por ser los más pedidos.

- La entrada fue gratuita y el valor de los platos oscilaba entre los $ 2 a $ 4. Participaron 64 expositores y 45.000 platos fueron vendidos.