Dos fisuras, una al inicio y otra a escasos metros, provocan repetidos altercados en el puente de la 17, que conecta el suroeste de Guayaquil con la ciudadela Bellavista.

Daños leves a las diferentes partes de los vehículos, robos, accidentes y constantes tapones en horas pico son algunos de los problemas que viven los conductores que todos los días atraviesan el puente de la 17 en dirección sur-norte.

Habitantes del sector comentan que, al menos una vez por semana, vehículos de la ATM (Autoridad de Tránsito Municipal ) y ambulancias llegan al puente por diferentes situaciones.

“Los robos a los carros son a diario por aquí. Aprovechan el tráfico. A los copilotos con el vidrio abajo les arranchan el celular. A uno no le roban porque ya lo conocen. Los accidentes se observan más a la bajada del puente”, comentó Jorge Salazar, residente de la 17 y Alcedo.

“Las personas que pasan todos los días por el puente guardan cautela y bajan la velocidad a la hora de que las llantas tengan que enfrentar los baches, pero a los que pasan de vez en cuando los coge de sorpresa”, dijo Jipson Vélez, trabajador de un asadero situado al borde del puente.

Jonathan Domínguez, conductor que por motivos de trabajo debe pasar por el viaducto de la 17 todos los días, manifestó a Diario EXPRESO que poco a poco las rótulas y la suspensión del carro se van averiando, debido al choque con las fisuras. “La semana pasada tuve que cambiar los rulimanes de las llantas y el constante paso por esos dos baches me los van a gastar”, se quejó el transportista.