
Paola Olaya: “Sofia Caiche no es alguien agradable ni para Fernando ni para mi”
Según la joven actriz, Sofía se portó mal y dijo muchas mentiras.
La ahora rubia actriz guayaquileña Paola Olaya, de 30 años, no solo quiere ser la esposa del actor y director Fernando Villarroel (44), con quien se casó hace siete años y procreó un hijo (Fernando, de cuatro). Su intención es volar con alas propias. Por esta razón perfecciona su arte con talleres particulares, estudia canto, abrió un negocio estético y participará en montajes del microteatro en octubre. Antes se la vio en las series Mi recinto, Me enamoré de una pelucona y la franja Educa.
De cabello castaño a una rubia como Sharon Stone de Bajos instintos.
No son extensiones, es mi cabello. El cambio se dio en diciembre. Necesitaba verme diferente y justo se pusieron de moda esos tonos. Rojo será el próximo cambio, pero más adelante.
¿Le consultó a su esposo o hizo lo que a usted le pareció?
Nunca me había hecho nada y ya estaba cansada de verme igual. Siempre conversamos con Fernando. A él le encanta el rubio y es el más feliz.
De la actuación en Mi recinto y en la franja Educa, a ser madre y esposa a tiempo completo.
Yo trabajo con Fernando en Del Puerto Producciones y le ayudo a organizar los eventos de la empresa. También apoyo a mi hermana Carla, quien es la productora. Además tengo una sociedad con unos amigos que abrieron Lujo Peluquería. Estoy encargada del área de uñas. Damos el servicio de uñas acrílicas y de gel (muestra sus manos para que vea el trabajo que hacen). Soy supervanidosa y me encanta lo estético.
¿Su esposo es ‘cargoso’ como jefe de la productora o como director?
Cuando grabamos Mi recinto y Educa tuvimos algunos roces. A veces se pone pesado o se cierra, no entiende razones. Pero nada que no se supere.
El tiempo pasó rápido. Siete años de matrimonio.
Creo que por esa química que nació entre los dos nos casamos rápido. En seis meses se dio todo. Como soy actriz sé cómo es su trabajo y no estoy en el teléfono celular las 24 horas del día hostigándolo. El negocio y la casa están en el mismo sector de la ciudad, así que no nos complicamos. Nos gusta viajar e ir al cine o a comer. Antes íbamos al mismo gimnasio. Fernando se cambió a otro. Siempre lo apoyo, sabe que en su casa encontrará paz y amor.
En la vida no todo es color de rosa. ¿Qué es lo complicado de estar casada con Fernando Villarroel?
Salir a la calle. Entiendo que la gente lo quiere, pero a veces no nos permite compartir en familia. En diciembre fuimos al malecón Simón Bolívar y se le acercó tanta gente que tuve que coger al niño y apartarnos. Es incómodo. A él le encanta compartir con el público.
¿La diferencia de edad nunca le dio dolores de cabeza?
No, porque Fernando es muy jovial, abierto, le gusta compartir con amigos... No es un amargado. Si no, no nos hubiésemos casado (risas).
¿Algún defecto tendrá...?
La impuntualidad y eso me desespera. Yo soy puntual y a veces llego un poco antes de lo programado. Cuando vamos a comprar ropa se demora cinco horas. Yo en 30 minutos sé lo que quiero y lo que me queda. Se prueba todo, yo no. Por ello a veces nos separamos cuando vamos de compra, así nadie se estresa.
Algunos hombres son tacaños. ¿Es el caso de él?
Me da lo que quiero y lo que no le he pedido también. Tampoco es un hombre de malas costumbres.
¿Se refiere a que no es mujeriego, borracho, vicioso...?
Si lo fuera, ni siquiera lo habría mirado porque esas personas no cambian.
¿En algún momento volará con alas propias?
No lo hice antes porque existían algunos proyectos, además mi hijo está pequeño. Cuando di a luz, a los dos meses volví al trabajo y me perdí algunas cosas porque grababa hasta la madrugada. Este año he tenido la oportunidad de disfrutar con Fernandito. Si surgen oportunidades lo consideraría.
AMA A SU HIJO, PERO NO QUIERE OTRO
Después de un embarazo y parto complicado quedó curada de espanto.
Casi me muero. Durante todo el embarazo vomité, me aplicaron sueros todo el tiempo. Los primeros cuatro meses no toleraba ni el agua. Además iba a dar a luz de manera natural, pero debieron hacerme una cesárea. Para remate la anestesia no me cogió y aunque me sedaron un poco más, soporté dolor. No quiero otro hijo.
Con respecto a aquello, los hombres no entienden razones.
Mi experiencia fue muy traumática. No deseo volver a pasar por todo de nuevo. Fernando respeta mi decisión, aunque confía que tendremos uno más. Los tres somos felices y en algún momento retomaré la actuación. Tengo seis años recibiendo clases de manera particular con un grupo de amigos. El año pasado estuve con Osvaldo Segura en Maestra vida y en octubre haré microteatro con Alfonsina Solines.
¿CANTANTE?
Paola recibió clases de canto con Astrid Achi. Lo considera un complemento para su trabajo porque “una actriz debe estar lista para los desafíos que se presenten y así las oportunidades son mayores, como intervenir en una obra musical o en el cine. Formé parte del grupo de rock progresivo Teatro Martrus. Me llamaron para grabar unas canciones y ofrecimos algunos shows. Sacarán un disco y es música inédita. En algún rato haré un dúo”.
“SOFÍA SE PORTÓ MAL Y DIJO MUCHAS MENTIRAS”
Por segunda ocasión, Fernando Villarroel tendrá el rol de juez en Ecuador tiene talento.
Me encanta verlo y que se pelee con Wendy Vera. Tiene criterio y hace buenos comentarios. Si no sabe de algo le he aconsejado que mejor no hable. Siempre conversamos de su participación en el reality de Ecuavisa. Estoy esperando el estreno de la telenovela La Trinity. Soy muy crítica con él.
¿A usted le molestaría que Fernando y su exnovia Sofía Caiche trabajen juntos de nuevo?
A mí no. Pero de lo que estoy segura es de que a Fernando no le agradaría.
¿Por qué?
Fernando no guarda resentimientos, pero ella se portó mal y dijo muchas mentiras. Sofía no es una persona agradable ni para él ni para mí. No tengo nada en su contra ni le deseo el mal, simplemente es de aquellas personas que no nos simpatizan y con las que no quieres tratar.
Marián Sabaté acaba de decir que si tuviera que trabajar con Vito Muñoz lo haría (a pesar de sus diferencias) porque es una profesional.
Estas situaciones no tienen nada que ver con el profesionalismo. Es algo que va más allá. No creo que Jennifer Aniston y Brad Pitt trabajarían juntos, después de lo mal que él se portó.
Pero a los directores de TV eso no les interesa...
Ya depende de cada persona si acepta o no. Además Fernando tiene una gran trayectoria que merece respeto, eso cuenta, así como que se sienta cómodo para poder entregarse al trabajo. Todo tiene un límite y nadie lo puede obligar.