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Fausto Ortiz | Petróleo y derivados

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El consumo interno de derivados en los doce últimos meses hasta marzo de este año sigue creciendo en diésel

La producción nacional de petróleo crudo es una de las cinco variables que considera el Banco Central del Ecuador (BCE) para elaborar el Indicador Adelantado del Ciclo del PIB. Los otros cuatro son Índice de precios internacionales de los alimentos y bebidas no alcohólicas, Depósitos a la vista, Importaciones de bienes de consumo duradero, y finalmente las Importaciones de materias primas industriales. Lo que en conjunto les ocurra a estas variables marcará con anticipación de hasta cuatro meses lo que le deparará a la economía ecuatoriana, es decir que, si estas variables empiezan a deteriorarse, la economía entrará en etapa recesiva; y lo contrario, cuando estas variables den señales de mejora, la economía en un futuro cercano también lo hará. De las cinco variables, la relacionada con petróleo es la que más baja correlación muestra. Apenas el 31,6 % y debería interpretarse como que va aportando información algo adelantada, pero las otras variables lo hacen de mejor forma.

Con datos del BCE, la peor producción petrolera diaria para un primer trimestre desde 2007 se reportó en 2023, cuando fue apenas de 461 mil barriles diarios (mbd) y ahora en 2025 se registró el segundo peor momento, con 470 mbd. En estos 19 años el promedio en el trimestre ha sido 510 mbd y alcanzó su mejor producción en 2015, cuando llegó a 555 mbd. Es claro el potencial de mejora que tiene el petróleo en los siguientes años con solo alcanzar sus máximos históricos, para lo cual la búsqueda de inversión extranjera juega un rol fundamental, junto con la posición que se quiera tomar sobre una potencial nueva consulta relacionada con el bloque 43 del ITT, alejada de una contienda presidencial, que impida seguir deteriorando la producción diaria en una zona ya desarrollada y con gran inversión ‘enterrada’.

En la importación de derivados se han visto buenos resultados. Por primera vez para un primer trimestre se ha registrado un resultado favorable (USD 51 millones) en la comercialización de Nafta importada utilizada para producir gasolinas. Esta utilidad contribuye a soportar la pérdida de USD 219 millones (M) que se refleja en la operación de importar diésel y venderlo localmente.

El consumo interno de derivados en los doce últimos meses hasta marzo de este año sigue creciendo en diésel, alcanzando los 1.680 millones de galones y ‘gritando’ que necesita empezar la focalización de subsidio, en especial transporte público, y establecer un esquema coordinado que permita ir desmontándolo muy lentamente en actividades que generan divisas y empleo. El período de relativa calma en precios internacionales del crudo podría ayudar para que la eliminación del subsidio no tenga un fuerte impacto en consumidores con precio liberado.

Por el lado de la gasolina eco, su consumo interno anual va en 601 millones de galones, en caída desde los 627M de los 12 meses hasta marzo de 2023, a diferencia de la extra, de la cual, sin variaciones bruscas, se consumen 570 millones de galones en 12 meses. Un año atrás 575M. La súper sin subsidio, avanzando a 60 millones de galones anuales años después de su mejor momento en 200 M que seguramente son extrañados en zona de frontera.

La mejora en producción petrolera es posible y contribuirá en el proceso de crecimiento económico en el que se quiere embarcar el actual gobierno.