Necesidad de poner orden en los partidos politicos
Parecería que los dirigentes de partidos políticos en Ecuador consideran que están más allá del sentido común y de la ley. Pues resulta que cuatro organizaciones políticas incumplieron el requisito del 1,5 % del padrón electoral para inscribirse. Adicionalmente, nos enteramos que al momento solo se ha presentado el 3,43 % (473) de 13.810 expedientes de gastos de campaña. Y nada nos dicen de los votos reales obtenidos por los partidos en las pasadas elecciones. Irregularidades que hablan de la necesidad de depurar el registro de organizaciones habilitadas para presentarse a comicios venideros y de eliminar a las que recibieron el rechazo ciudadano, habida cuenta de que la proliferación de estas agrupaciones es demencial. Seguramente, el cinismo hará decir a los promotores de aquellas que es culpa del CNE por no haber contado bien el número de los adherentes que presentaron para ser calificados. También dirán que si el movimiento que lideró durante 10 años el ‘ten top’ de los partidos todavía no clarifica sus gastos, menos podrán hacerlo los nuevos, que tienen tan poco tiempo de vigencia. Y tampoco se define cuáles son los partidos que deben desaparecer por no haber alcanzado el número previsto de votos en dos eventos electorales. A propósito de estos, es posible que los innumerables partidos que presentaron candidaturas en alianzas, y suman alegremente para sí el total de votos logrados en manada, defiendan la irracionalidad de que si cinco de ellos obtuvieron mil votos juntos, cada uno obtuvo ese total, lo cual es una pretensión absurda porque entonces la suma sería cinco mil y no mil.
Así las cosas, el CNE tiene el grave compromiso, mejor, la suprema obligación, de poner orden. Si algunos partidos no cumplieron los requisitos para su inscripción, deben ser eliminados. Los que no presentaron las cuentas de sus gastos en el plazo de ley, tienen que ser glosados. Y para los que mañosamente pretenden sumar para sí los votos logrados en alianzas, es fácil establecer cuántos votos obtuvieron sus candidatos propios. Y tal vez, como mucho, promediar los votos que hayan obtenido en conjunto. Es decir, si 5 partidos obtuvieron un total de 1.000 votos, cada uno puede atribuirse solo 200, y ni uno más. Lo que sería lo más racional y constituiría justicia salomónica. Ya es hora de que el CNE se reivindique con la verdadera democracia y con el país.
Teófilo Villón Barros