En la Plaza de Armas de Juliaca (Perú), al aire libre, decenas de personas asistieron a una gran misa de despedida para los 18 fallecidos esta semana durante las protestas, tras la caída del expresidente Pedro Castillo.

Las protestas antigubernamentales se expendieron el miércoles en el sur de Perú, donde se reportaron enfrentamientos de manifestantes con las fuerzas de seguridad en Cuzco, mientras se mantiene el pedido de renuncia de la presidenta Dina Boluarte.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) comenzó ayer su visita oficial a Perú, en la que buscará observar la situación de las protestas antigubernamentales que sacuden al país desde diciembre y en las que han muerto 46 personas, con una reunión con la presidenta Dina Boluarte.

La delegación enviada al país andino, liderada por el vicepresidente de la CIDH y relator para Perú, el guatemalteco Stuardo Ralón, arrancó su ‘visita de observación’ con una reunión en el Palacio de Gobierno, en el centro histórico de Lima, con Boluarte, con el objetivo de “recibir información del contexto actual” en el país.

Ralón dijo que la idea de la misión es “tener la escucha más amplia posible de todas las voces” de la sociedad civil, a través de una agenda “enfocada a desplazarse fuera de Lima”. Señaló que la delegación tiene previsto reunirse con varios congresistas en la capital y trasladarse a las regiones de Ica y Arequipa, aunque evalúa también llegar a otras zonas del país.

Ayer, otro grupo de la delegación de la CIDH, integrado por el relator especial para la libertad de expresión, Pedro Vaca, viajó a la región de Ica, al sur de Lima, para reunirse “con víctimas y familiares y con organizaciones sociales”.

La visita de este organismo autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA) a Perú comienza dos días después de que el país viviera el lunes, el día más sangriento desde que se iniciaron las protestas .