Cuando los monos se mueren (2)
Por el bien de todos, ojalá se esclarezca pronto la causa de la muerte de los monos aulladores en zonas circunscritas de los cantones Manta y Montecristi, de la provincia de Manabí.
Mientras tanto, el asunto no puede ser mirado como un problema exclusivamente ambiental o del campo de la medicina veterinaria. Toda zoonosis, que de eso se trata, debe involucrar, y de inmediato, a personeros del Ministerio de Salud Pública. Son ellos los que deberían estar advirtiendo a la ciudadanía de los riesgos potenciales y sobre cómo enfrentarlos.
Obviamente, el interés de proteger a la población no elimina la necesidad de proceder de igual manera en relación a la supervivencia de los monos aulladores y otras especies que se han logrado preservar en los escasos santuarios de selva húmeda tropical que se mantienen en la costa ecuatoriana y que ahora constituyen recursos turísticos.
Hoy, y por si las mosquitas, a las hembras del Aedes me refiero, se ha hecho bien en vacunar en la zona contra la fiebre amarilla. El así proceder deja en claro que la posibilidad de que los primates estén afectados por esta enfermedad ha sido considerada, aunque ello no haya sido públicamente admitido, con ánimo de no alarmar.
Sin embargo, no se ha tenido el mismo cuidado de no presentar opciones que, hasta ahora, no deberían estar entre las hipótesis a considerar, tal cual, dados los hábitos de los monos, los caracoles africanos.
En lo de fondo, el asunto sirve para destacar la importancia de intentar mantener bajo control a los mosquitos transmisores de diversos tipos de virus y parásitos que, con las lluvias facilitándoles criaderos, incrementan su peligrosa presencia entre nosotros. En esa voluntad, todos tenemos que colaborar. Al respecto es digno de todo aplauso el esfuerzo cumplido por centros de educación superior como la UEES, que han puesto su espacio académico al servicio del mejor conocimiento de las patologías tropicales que nos afectan.
Por lo pronto, no queda sino esperar lo que digan desde Atlanta, respecto de las muestras enviadas al Centro para el control y prevención de enfermedades.
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