
El mayor reves a un emblema del turismo
Doble tragedia. El asesinato de las jóvenes turistas argentinas María José Coni y Marina Menegazzo, en Montañita, la semana pasada, deja una víctima colateral en estado crítico: la reputación de la industria turística nacional, producto mimado del Gobi
Doble tragedia. El asesinato de las jóvenes turistas argentinas María José Coni y Marina Menegazzo, en Montañita, la semana pasada, deja una víctima colateral en estado crítico: la reputación de la industria turística nacional, producto mimado del Gobierno Central que, según los especialistas, catedráticos, dirigentes gremiales y altos exfuncionarios de la rama, consultados por EXPRESO, ha sufrido su mayor golpe de imagen.
El crimen, cuya difusión comenzó frenéticamente en redes sociales antes de que se hallaran los cuerpos, ha convertido a Montañita en tendencia nacional en Argentina con etiquetas vinculadas a palabras como “horror”, “crimen” e “inseguridad”.
La ola de mala fama de las redes sociales ha encontrado espacio en los principales medios argentinos y no ha tardado en saltar hasta Chile, Uruguay, Perú y Latinoamérica entera de la mano de CNN en Español. Todos, además de detallar el proceso policial, dieron cabida a las críticas de la máxima representación diplomática de Argentina en Ecuador, cuyo embajador en Quito, Alberto Álvarez, denominó a la zona como no apta para recibir al turismo extranjero y la retrató como un destino al que le falta “infraestructura y seguridad”. Su representante en Guayaquil, el cónsul Alberto Balboa, se ha expresado en el mismo sentido, asegurando que “hay que destacar que es una zona peligrosa”.
El alcance de estas declaraciones funciona como un espejo del común denominador, cuyas valoraciones en redes sociales apuntan a resaltar lo negativo. Una señal que preocupa a expertos como Olga Guerra, ex directora provincial de turismo del Guayas y consultora privada, quien califica al suceso como “el mayor revés en la imagen del país”.
No es una exageración, la escalada de Montañita hasta el tercer destino de mayor importancia en el país, después de Quito y Galápagos, según estimaciones oficiales, se produjo sin impulso público. En palabras de Guerra, se construyó “por el boca a boca” positivo. Y, bajo la misma modalidad pero amplificada por los medios digitales, “puede convertirse en un detonante” de proporciones impredecibles.
Una visión con la que concuerda la academia. César Santana, vocero de la Facultad de Turismo de la Universidad Ecotec, va más allá de Montañita: “La prensa internacional está reportando negativamente sobre Ecuador”, advierte. Y sugiere a las autoridades una ruta de solución: transparencia en la investigación policial, iniciar una radiografía sobre los “problemas no oficiales” de la zona y planificar, desde el Gobierno de Santa Elena, la respuesta para recuperar la imagen.
Eso ya debió haber sucedido según Patricio Tamariz, exviceministro de Turismo y uno de los artífices de las campañas internacionales como ‘All you need is Ecuador’, que posicionaron al país como destino de relevancia. La principal crítica hacia las autoridades radica en que desde “hace tiempo” debió haberse implementado el comentado Plan Nacional de Seguridad Turística que, según Tamariz, “es complejo de articular”.
Después de casi un lustro de trabajo en la imagen nacional y más de 30 millones de dólares invertidos en promoción, Tamariz considera a este caso como “un impacto directo a la vena turística ecuatoriana”. Y le resulta preocupante.
Lo es, sobre todo, para los agremiados de la zona. Ottón Arboleda, presidente de la Cámara Provincial de Turismo de Santa Elena, con dos décadas vinculado al sector, considera que “ha llegado el tiempo de mirar la verdad que no nos agrada: nuestro principal destino tiene problemas de droga, seguridad y cloacas”.
Según Arboleda, los agremiados de la zona habían advertido a las autoridades “que iban a ocurrir tragedias por la falta de decisión política” de estas. Pero nunca recibieron “respuestas reales”. Este Diario tampoco recibió respuestas oficiales tras consultas enviadas a representantes del Ministerio de Turismo.
El Gobierno Nacional, sin embargo, ya ha anunciado la “intervención integral” en Montañita, por parte de las autoridades.
Jorge Manino, una de las voces más autorizadas del turismo en esta comuna, acreditado por la organización del Mundial de Sur en la localidad y eventos similares durante la última década, pone en equilibrio “el impacto definitivamente negativo” al que se ve expuesto el destino costero. Y argumenta que Montañita se halla en “el momento de la verdad”, puesto a prueba por la opinión pública internacional. De aquello se puede salir librado o hundido.
Manino, quien se desempeña como asesor de despacho del ministro de Turismo, destaca la importancia de la intervención del Gobierno Central en la zona y culpa a las comunas, encargadas de la administración política de la zona, por ser “no idóneas para resolver los problemas de salubridad, ambiente y seguridad” en la parroquia. El anunciado plan integral le da esperanzas sobre el futuro de un emblema turístico nacional amenazado por la imagen negativa: “Vamos a salvar a Montañita”, promete.