‘Los Loquillos’ cayeron dormidos en sus casas

‘Los Loquillos’ cayeron dormidos en sus casas

Durante el día se sentaban debajo de los árboles para observar y esperar a sus víctimas. Cuando las identificaban, se acercaban a ellas para supuestamente venderles agua o caramelos, pero sus verdaderas intenciones eran otras: despojarlos de sus perten

Durante el día se sentaban debajo de los árboles para observar y esperar a sus víctimas. Cuando las identificaban, se acercaban a ellas para supuestamente venderles agua o caramelos, pero sus verdaderas intenciones eran otras: despojarlos de sus pertenencias.

Así ‘trabajaban’ quince individuos de entre 17 y 41 años de edad, supuestos integrantes de una banda denominada ‘Los Loquillos’, que fue desarticulada la noche del jueves y la madrugada de ayer, en varios sectores de Guayaquil.

Tres meses les tomó a los agentes de la Subdirección de Investigaciones de Delitos Contra la Propiedad (Sidprobac) de la Zona 8 identificar a los sospechosos, captar sus acciones mediante cámaras de videovigilancia y descubrir los lugares donde habitaban.

Una vez que recabaron información suficiente, los agentes decidieron poner en marcha el operativo ‘Fortaleza 110’, que constó de tres fases.

En la primera, se allanaron nueve locales de receptación de celulares ubicados en la Florida Norte y en la bahía de Guayaquil. Luego, detuvieron a algunos integrantes de la banda y, en la madrugada, capturaron a los restantes mientras dormían en dos inmuebles de la cooperativa Flor de Bastión, en el noroeste de la urbe.

El general Édisson Barrera, comandante de Policía de la Zona 8, indicó que la banda operaba en la avenida Casuarina, más conocida como ‘entrada de la 8’, en el distrito Nueva Prosperina.

“Los detenidos están inmersos en delitos de tenencia y porte ilegal de armas, robo, hurto y receptación, bajo la modalidad de asalto y robo a mano armada. El centro de operaciones era la ‘entrada de la 8’, un lugar que está intervenido por la Policía Nacional por estar considerado como un mito de la inseguridad”, dijo el oficial.

En el operativo participaron 60 policías de la Sidprobac, Grupo de Operaciones Especiales, Adiestramiento Canino, Dinapen y Criminalística, además de tres fiscales.

En los allanamientos, los uniformados decomisaron 139 teléfonos celulares, de los cuales 25 ya estaban reportados como robados. También hallaron 4 armas de fuego, 35 cartuchos de bala, 37 tabletas, 3 computadoras portátiles y 6 botellas de whisky.

El teniente coronel Carlos Coloma, jefe de la Sidprobac, explicó que los sospechosos también utilizaban otros mecanismos para delinquir.

“Aprovechaban la aglomeración de personas en las paradas (de los buses) y también los semáforos en rojo. Con el propósito de intimidar, se acercaban a la víctima, la amenazaban con armas y le robaban todo lo que tenía, que generalmente era dinero y celulares”.

De los quince detenidos, seis tienen antecedentes penales por robo a personas y expendio de estupefacientes. Entre ellos se encuentra una mujer de 22 años y un menor de 17. La Fiscalía tenía previsto formularles cargos por asociación ilícita.