Imponente. La cascada de Girón, donde se desarrolla la historia de los ‘Ojos brillantes’, destaca en el paisaje, no solo por sus dimensiones, sino también por su belleza.

Leyendas son pilares del turismo en Azuay

Un jeroglífico dentro de una cueva de cuatro rocas convierte al lugar en mágico y misterioso. La cueva está junto a una centena de rocas y piedras tendidas naturalmente en unas dos hectáreas de terreno. Los nativos lo llaman el ‘bosque de piedra’. Está situado en la parroquia de La Asunción, jurisdicción del cantón Girón, a 58 kilómetros al sur de Cuenca.

Las piedras son de distintos tamaños y formas. Están regadas al azar y en medio de la musicalización de la naturaleza con el trino de las aves y la percepción del ruido del viento que le convierte en un sitio de pasividad y tranquilidad.

“Aquí, cuando llueve y se nubla, se escucha el abrir y cerrar de puertas. De vez en cuando los cánticos antiguos de las misas en latín llenan el ambiente”, cuenta Manuel Aguilar, nativo de la zona.

El hombre, de 58 años de edad, con su rostro lleno de emoción y alegría, moviendo rápidamente sus manos, entre suspiros y la mirada hacia el cerro Huaycañay (falda donde se encuentran las rocas), lleva a hacer soñar a quien oye su relato. “Los sonidos no siembran miedo, convocan el descanso espiritual”.

Otra de las historias sobre las piedras relata que “hubo un pueblo antiguo donde sus habitantes no se portaban bien, todo era farra y promiscuidad, hasta que vino un terremoto como castigo de los dioses, que dejó atrapado al recinto entre las piedras”.

“Son restos volcánicos. Entre sus piedras se han hallado vestigios incaicos, los que aún siguen en estudio, sin que se obtengan resultados de los análisis que desde hace años desarrollan técnicos que vinieron desde el exterior”, sostuvo Milton Cajamarca, vocal del Gobierno Autónomo Descentralizado Parroquial de la Asunción, asegurando que el sector donde se hallan los vestigios se conoce también como ‘Pueblo Viejo’.

El ‘bosque de piedra’ es uno de los rincones mágicos y de ensueño que rodean al cantón Girón. “Muy pocos lo conocen. Tiene un paisaje singular y único”, asegura Wilson Arévalo, un joven con la iniciativa de basarse en cuentos, historias y fábulas ancestrales del entorno gironense para promocionar el turismo del cantón. Son nueve historias y cuentos recopilados en un libro.

Cada historia es la remembranza de los viejos nativos del cantón. Cuentos llevados a los territorios donde se desarrollaban esas leyendas como parte de la vida ancestral del pueblo de Girón. “Como cada fábula tuvo su motivación no solo moralista, sino de personajes míticos y nacidos de aquella ideología comunitaria, con relatos actuales llevaron a los visitantes a mantener vivas las historias y descubrir los mensajes que nuestros bisabuelos y abuelos querían darnos”, anotó Arévalo.

Se ha hecho investigación conversando con varias personas de la localidad (entre 15 y 18 personas por leyenda) para la recopilación de los cuentos, quienes también aportaron con la información principal de cómo eran los personajes según les contaron sus antepasados y de cómo se imaginaban ellos, añadió.

El cuento ‘Ojos brillantes’, por ejemplo, se desarrolla en la cascada de Girón, a 25 minutos del centro cantonal. Es bajo una cascada natural de agua que baja desde el cerro.

El proyecto ‘A través de la cascada’, creado con el objetivo de promover y difundir los atractivos que tiene este lugar y mostrar a Girón al mundo, fue diseñado por Wilson y Verónica Arévalo. Ellos usan las redes sociales y la página www.atravesdelacascada.com para promocionar la localidad.  (F)

Un recorrido adornado de historias

A través de la cascada de Girón, que relata el cuento de los ‘Ojos brillantes’, pueden observar lugares como el Parque Nacional Portete, el Mirador de Masta, el centro cantonal de Girón, que es declarado patrimonial; el Museo Casa de los Tratados, la cascada de Girón, y los menos conocidos como la laguna de Zhogra, el mirador del cerro Fasaná en la parroquia de San Gerardo, el mirador de San Alfonso, el valle de Yunguilla en la parroquia La Asunción, el aerolito de Gigantones, entre otros. El recorrido tiene una duración de dos días aproximadamente.