“No mirar como vivio el presidente, mejor dar perdon por delacion”.

Al presidente Moreno le han endilgado de todo: Judas, Efialtes, traidor... Gracias a Dios, o quien sabe por qué motivos, no siguió el mismo camino que Maduro con Chávez: una ideología escandalosamente dogmática que ha destruido a su país. Presidente Moreno, usted tiene 25 % de habitantes que lo detestan (los correístas duros) y 50 % que no están de acuerdo con su proceder. Ahora lo acusan de haberse enriquecido y usufructuado de prebendas y lujos durante el anterior gobierno y están buscando que ese 50 % lo odie, con el único objetivo de que regrese ese megalómano que quiere someter al país a un totalitarismo. Puede ser cierto que abusó de prebendas, pero sus acciones intentando destruir esas estructuras monolíticas y dictatoriales del anterior gobierno, de haber permitido destapar y exponer al público tantos latrocinios al erario nacional y evitar que el pueblo ecuatoriano llegue al vasallaje (como el venezolano), para mí, perdonan esos pecados. Lo que sí, debería seguir las palabras de Jesús (aunque creo que no es creyente): “Hijo, tus pecados quedan perdonados, pero no peques más...”. Al pueblo le recomendaría que se preocupe primero de ver el nivel de vida que llevan los miembros de la cúpula correísta, enterarse de todos los actos de corrupción del gobierno anterior, esté atento a la corrupción del actual gobierno, y no se desvíe viendo la forma en que vivió el presidente Moreno. Mejor asumamos que hacemos un perdón por delación.

David Ricaurte Vélez