Es indudable el papel que juega la educación como factor primordial en el desarrollo de cualquier sociedad. Cuando estamos en la era del conocimiento, quien tuvo la oportunidad de formarse y la ha aprovechado, tiene mayores posibilidades de salir adelante y triunfar en la vida. Esta necesidad, sobre la cual hemos tomado conciencia, requiere también una valoración objetiva sobre la calidad de la formación a recibir y el beneficio que puede aportar al futuro.

Por ello, señor Director, el Estado tiene la obligación de proporcionar la educación como derecho fundamental de los ecuatorianos y la responsabilidad de ejercer control sobre el particular. Aunque el aumento de la cobertura educativa es importante, cobertura sin calidad no genera desarrollo social ni personal. Cuando vivimos dentro de un sistema como el actual, con una educación sin hacer control de calidad, se dan aberraciones que pervierten el objetivo social de la existencia de algunas instituciones educativas. Para ello es importante el conocimiento público de la información sobre la calidad de la educación, evaluada esta con criterios técnicos, justos y confiables, que permitan a la comunidad tomar decisiones, pero también se requiere el apoyo del Estado al crecimiento de aquellas instituciones públicas y privadas de calidad en todos los grados de la educación.

Eco. Mario Vargas Ochoa