
“Casas dignas hasta para los mas pobres”
Vivir dentro de un camper o en contenedores reutilizados es más digno y seguro que habitar en esas casas de caña que todavía se instalan o construyen en los barrios marginales de las ciudades costeras del país. Al menos eso es lo que ha pensado siempre Francisco Vera, un fabricante de casas emergentes que deja huellas en el sector de la construcción con un producto que brinda comodidad, seguridad y ahorro.
“Diseñamos un modelo con una estructura metálica, con los beneficios de que no se incendia, no se inunda y es sismo-resistente”, recuerda él al hablar de estas construcciones, que incluso -dice- están avaladas por el Municipio de Guayaquil.
Quienes conocen a este hombre destacan en él su sencillez y cortesía para con todo el mundo. Por eso a él no le molesta que le digan empresario o artesano. Es las dos cosas a la vez, pues se inició desde abajo, con sus propias manos y hoy tiene una empresa reconocida en cuanto a la construcción de campers y casas prefabricadas con planchas de poliuretano revestido con acero procesado antioxidación.
Guayaquileño de 69 años, Vera aprendió a diseñar estas soluciones habitacionales cuando vivía en Estados Unidos, un país donde el uso de campers es común. Eran los años setenta cuando entró a trabajar en una empresa que hacía casas prefabricadas móviles para soldados. Pero a finales de esa década, cuando ese país vivía una crisis económica, él decidió regresar al Ecuador, que a su vez estaba entrando al recordado boom petrolero.
“Cuando llegué inmediatamente me di cuenta de que las casas de caña se quemaban fácilmente, la gente moría y nadie daba una solución para la gente de escasos recursos; entonces empecé a trabajar en unas casas más resistentes y dignas”, señala Vera.
Desde entonces no ha parado. Además de casas, construye consultorios, aulas escolares y todo lo que el cliente quiera en base a esta técnica y materiales térmicos que no dejan pasar frío, calor ni ruido. Claro que hoy la recesión económica que vive el país también alcanza a su negocio y hoy tiene poco trabajo. Aunque también está consciente de que la competencia le afecta, “tal vez falte promocionarme un poco”, reflexiona.
Pero la crisis puede transformarse en una gran oportunidad para este constructor, pues frente a las casas tradicionales, que están cada vez más caras, sus soluciones habitacionales son hoy una opción mucho más económica. “Incluso buscar un contenedor y transformarlo en una casa es más económico y práctico”, recalca.