Muchas son las ofertas que hiciera el actual presidente, durante su campaña como después de su elección, y pocas las promesas que se han venido cumpliendo durante estos tensos 8 meses de gobierno. Nadie entiende por qué teniendo en sus manos las riendas del país no se ha derogado leyes, reducido la burocracia, suspendido la guardia del expresidente, cambiado los funcionarios del CNE, vendido las empresas incautadas, liberado los perseguidos políticos, mejorado la atención médica del IESS, incrementado las pensiones jubilares, etc. Se habló, inclusive, de una “cirugía mayor” en casos comprobados de corrupción y no vemos sino “anestésicos” para tranquilizar, momentáneamente, al pueblo, pese a las evidencias presentadas pues, vemos cómo los “peces gordos” gozan de “vacaciones” en elegantes suites y con sueldo incluido.

Señor Presidente: No bastan los discursos para tener a un pueblo satisfecho. Estamos esperanzados en que, algún día, se actúe con absoluta honestidad, celeridad y justicia en los innumerables casos de corrupción; ya basta de tanto engaño y tanta verborrea, necesitamos menos palabras y más acción; caso contrario, no dude que el pueblo digno y soberano volverá a levantarse en procura de reivindicar sus legítimos derechos consignados en la Constitución. No olvide el viejo refrán que reza: “Huye del buey manso”.

Lic. Fabiola Carrera Alemán

Quito