coronavirus
Más de 16.000 personas están interesadas en inocularse el coronavirus por el bien de la humanidad.Reuters

Infectarse con el virus voluntariamente: el atajo para una pronta vacuna

Crece el consenso entre los científicos acerca de la infección deliberada de voluntarios

Una iniciativa que ha reunido a miles de jóvenes sanos para infectarse voluntariamente del SARS-CoV-2, virus que aún no tiene un tratamiento, crece a nivel mundial con la finalidad de crear una pronta vacuna que ayude a salvar miles o millones de vidas.

Hackers vacuna Covid-19

Denuncian que hackers chinos intentan robar investigación para vacuna contra Covid-19

Leer más

Josh Morrison es el nombre de este joven de 20 años que lidera la iniciativa denominada 1DaySooner (un día antes, en inglés) y que hasta este miércoles 13 de mayo registraba más de 16.000 interesados en inocularse el virus letal.

Morrison es el mismo chico que quería donar un riñón a cualquier desconocido que lo necesitase. Al final lo hizo y, ahora, con un riñón menos, está al frente de esta iniciativa.

“Podrían no solo acelerar el desarrollo de una vacuna contra la covid-19, sino también aumentar las posibilidades de que las vacunas sean más efectivas”, afirmó previamente la Organización Mundial de la Salud.

Incluso, la Organización recuerda que varias personas ya han participado de estudios de este tipo que ayuden a la humanidad. En 2016, un centenar de personas sanas ingirieron la bacteria causante de la fiebre tifoidea en el Hospital Churchill de Oxford (Reino Unido) para probar la eficacia de una vacuna contra la enfermedad. En 1999, las universidades estadounidenses de Maryland y Cincinnati infectaron a 51 personas con la bacteria del cólera dentro de un ensayo de una nueva vacuna.

A pesar de que los jóvenes están menos propensos sufrir la mayor consecuencia de la enfermedad, los científicos advierten que siguen corriendo riesgo.

La OMS tiene registradas 110 vacunas experimentales contra la covid-19. Ocho de ellas ya se han comenzado a probar en humanos. El proceso habitual es hacer pruebas en animales, por ejemplo en ratones y macacos, y después comenzar los ensayos con un pequeño grupo de voluntarios sanos. Tras esa primera fase para evaluar la seguridad y el efecto inmunológico, se pasa a una segunda etapa con centenares de personas para confirmar la fórmula y la dosis. En la tercera fase, se vacuna a miles de voluntarios expuestos a la enfermedad y se hace un seguimiento que puede durar años. El proyecto 1DaySooner calcula que ahorrar un día en este proceso evitaría 7.120 muertes. Ahorrar tres meses salvaría la vida de 660.000 personas.