Guayaquil deco

En las décadas de 1930 y 1940 se implantó en Estados Unidos y Latinoamérica una arquitectura que se planteaba como alternativa al academicismo pero que, contraria a la austeridad del racionalismo, incorporaba elementos ornamentales estilizados. El “art déco” surgió en la década de 1920 en Europa, como un conjunto de manifestaciones artísticas que integraban la arquitectura, la pintura, la escultura, el diseño de objetos y mobiliario, el diseño de interiores, el diseño gráfico, el diseño de indumentaria y textil. Su nombre fue acuñado en 1966, luego de la exposición Les Années 25 del Museo de Artes Decorativas de París. Su explosión se dio en los Estados Unidos, especialmente en rascacielos de Nueva York, Miami y Hollywood, desde donde se expandió a Latinoamérica a través del impacto del cine, de las revistas sociales y especializadas de moda, revistas de arquitectura y de diseño de interiores y de las empresas internacionales de decoración.

Se asocia la arquitectura “art déco” a una serie de características formales, tanto geométricas o de composición general, como otras de tipo ornamental. De manera general, estas son una volumetría asociada a la forma piramidal o escalonada, el uso de aplicaciones y/o altorrelieves en los planos, la incorporación de materiales como el acero inoxidable o de innovaciones técnicas como las luces de neón.

En Guayaquil tuvo su desarrollo en edificios y casas particulares, a través del trabajo de los arquitectos Fernando Schimanetz, Hugo Faggioni, Joaquín Pérez Nin de Cardona, Francesco Maccaferri y Héctor Martínez Torres. Un caso especial de su aplicación fue en las fachadas de los cines, donde se buscaba su vinculación con la estética hollywoodense. También en la arquitectura funeraria del Cementerio General de Guayaquil, tanto en mausoleos como esculturas y monumentos, a través del trabajo del escultor Enrico Pacciani.

El recientemente presentado Designer Book, gracias a la iniciativa y enorme esfuerzo de María Susana Rivadeneira, hace un reconocimiento a este olvidado y descuidado capítulo de la arquitectura de nuestra ciudad.

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