Finalmente
El Gobierno ha decidido elaborar ley para fortalecer el mercado de valores. Por décadas he escrito sobre su importancia en el desarrollo económico de los países; he comentado que en 1900 Ecuador tuvo una bolsa de valores más activa que la actual. He afirmado que no es posible que en Chile, teniendo solo alrededor de 10 % más de población que Ecuador, la capitalización de su bolsa de valores sea 106 % del PIB y el valor 295.000 millones de dólares, mientras en Ecuador apenas representa 7,5 % del PIB y el valor es inferior a 7.000 millones. ¿A qué se deben diferencias tan enormes? Hay varias causas. Una, el número de empresas que cotizan en bolsa. En Ecuador no hay más de dos con presencia diaria: Corporación Favorita y Banco Guayaquil. Con presencia semanal, quizá 2 más, el resto, alrededor de veinte, un par de veces al mes. Como mencioné en un artículo anterior, el valor de mercado de la mayoría de esas empresas es inferior al valor en libros, situación muy sorprendente, por no ser empresas que pierden dinero. ¿Por qué la valorización es tan pobre? Entre las distintas causas: la deficiente cultura bursátil de los ecuatorianos y la situación inestable de la economía ecuatoriana, hay más épocas de crisis que de prosperidad.
El único avance que Ecuador ha tenido en el mercado de valores es la emisión de renta fija, en parte porque los dueños de las empresas prefieren endeudarse a tener que hacer emisiones de acciones para que terceros se conviertan en accionistas. No conozco de estudio internacional que compare los niveles de endeudamiento de las empresas. Si existiera, estimo que las ecuatorianas se encontrarían entre las más endeudadas y no se trata de montos, me refiero al índice de apalancamiento: relación entre patrimonio y pasivos a corto y largo plazo.
En países donde el mercado de valores está muy adelantado, la dinámica no viene de la renta fija, se origina en la variable. En Ecuador no hay banca de inversión, se desconoce lo que es el capital semilla. Estas instituciones tienen un rol fundamental. Gracias a ellas surgieron Intel, Microsoft, Google, Apple, etc.