
Festival de Cine La Orquidea, en entredicho
El encuentro no se realizó este año. El prefecto Yaku Pérez solicitó un examen a la Contraloría. Aún se adeudan valores a ganadores del certamen cinematográfico.
Este año no se celebró, pero el Festival de Cine La Orquídea continúa generando polémica.
La más reciente se hizo pública en días pasados a través de la red social Twitter, pero inició al menos seis meses antes, con el otorgamiento de un premio que no fue cancelado.
Así lo indicó Mariana Andrade, directora de Ocho y Medio, cuya empresa ganó el derecho de distribución de ‘Rojo’, filme galardonado de este encuentro cinematográfico creado en 2011 por el entonces prefecto del Azuay, Paúl Carrasco.
“El premio consistía en 3.000 dólares, un monto pequeño para realizar una distribución nacional, pero como Ocho y Medio nos interesaba distribuirla porque nos interesan las buenas películas. Tuvimos que invertir nuestros recursos para negociar los derechos internacionales. Sabíamos que el dinero que nos reembolsarían provenía de un auspicio del Banco del Austro, entregado a La Orquídea”, recordó.
Y aunque la compañía realizó la distribución del filme, nunca recibió el pago. “GPA Tours, la empresa que manejaba el festival, entró en liquidación y lo último que supimos, tras varios intentos de gestionarlo, fue por un mensaje del antiguo liquidador, Marco Andrade, quien nos dijo que ese dinero había sido utilizado en otros rubros”, explicó.
De la actual administración, añade, no han recibido respuestas o soluciones. Este Diario ha buscado sin éxito comunicarse con Banco del Austro.
Pero no es la primera vez. Según un informe de la Contraloría General del Estado publicado en marzo, GPA Tours, cuyo accionista mayoritario era la Prefectura y que organizaba La Orquídea y otros dos festivales azuayos, mantenía pérdidas que superaban su capital y tenía deudas con proveedores por más de $ 44.000.
Este desfase de capital contrastaba en gran medida con la inversión anual del Gobierno Provincial en el encuentro cinematográfico y que en 2018 sumó al menos los 1,3 millones de dólares. En este monto se incluyó la visita del afamado director estadounidense Francis Ford Coppola.
Tras el cambio de administración, el prefecto Yaku Pérez explicó que esta cifra excesiva era ínfima en relación con la real, que se aproximaba, según lo que halló en su análisis de gestión, al menos a los $ 3 millones y que no contaba con facturas de respaldo. En junio solicitó un examen especial a la Contraloría y empezó el proceso de liquidación de GPA Tours.
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EXPRESO solicitó una entrevista con el prefecto Pérez para consultar sobre el festival y sobre la gestión de GPA Tourse que carece de liquidador tras la renuncia del último. Pese a múltiples pedidos a su equipo de comunicación, esta no se concretó.
En agosto Pérez comentó a un medio local que, además de la falta de transparencia económica, La Orquídea enfrentaba otros problemas: tras su salida de la Prefectura, Paúl Carrasco solicitó al Servicio Nacional de Derechos Intelectuales, Senadi, la propiedad del nombre del encuentro. “Si hay inversión de un dólar o un centavo que proviene del erario nacional, eso no puede patentarse a nombre de un particular por más prefecto que este haya sido”, señaló.
Carrasco replicó que la decisión respondía a un intento por garantizar la continuidad del mismo, y no a una maniobra para evitar la indagación en las cuentas del encuentro. “Anuncié que, de no continuar el proyecto, como lo anunció la actual autoridad, yo haría una fundación; pero si la Prefectura lo quiere, lo puede pedir”.
¿Cuál será el futuro de La Orquídea, entonces? Según declaraciones de Fernando García, director de Cultura del Gobierno Provincial del Azuay, sí continuará, pero bajo otra modalidad y con una inversión mucho menor. “Costará $ 500.000, a diferencia de los $ 3 millones que se utilizaron en la edición anterior”.
De esta cifra, solo la mitad correrá por cuenta de la Prefectura. El resto se gestionará a través de empresas privadas. La fecha tentativa sería en marzo del próximo año.
“La edición 2020 tendrá como ejes, temas relacionados con lo social y ambiental: defensa del agua, calentamiento global, género y también la proyección de películas que gusten y atrapen la atención de los públicos, locales, nacionales e internacionales”, agregó el funcionario.
La fecha de montaje, sin embargo, puede variar. En ello García fue enfático: “Queremos que el director sea de nuestra localidad, al igual que los asistentes. En lo que sea necesario y si el perfil profesional requerido no existe en Cuenca, se contratará a profesionales de Quito o de Guayaquil, todo bajo concurso abierto. El festival tomará mucho tiempo”.
La respuesta que no está clara es qué sucederá con respecto a los pagos pendientes a los proveedores o con la fiscalización de la gestión anterior. Pero al menos para Mariana Andrade, de Ocho y Medio, está claro: “Mientras no haya una solución a los pendientes, será difícil que nosotros u otros gestores participemos en una nueva edición. Tiene que haber una resolución, no silencios”.