El duque junto a la soberana británica

Felipe de Edimburgo nunca se ha mordido la lengua

El esposo de la reina Isabel II, Felipe acaba de cumplir 98 años. Es el tercer royal británico más longevo hasta la fecha y famoso porque no tiene pelos en la lengua. Son incontables los episodios en los que los chistes o declaraciones del duque de Edimburgo han sido criticados. Quienes lo conocen dicen que es franco, muy directo, dice casi todo lo que piensa, un comportamiento muy alejado al protocolo de la familia real. Algunas de sus frases son...

A la reina Isabel, su mujer, después de su coronación: “¿Dónde has conseguido ese sombrero?”.

“Me gustaría ir a Rusia, aunque esos bastardos asesinaron a la mitad de mi familia”.

A Tom Jones: “¿Con qué haces gárgaras? ¿Con guijarros?”.

A un profesor de una autoescuela en Escocia: “¿Cómo mantienes a tus alumnos sobrios el tiempo suficiente como para que puedan aprobar el examen?”.

A un estudiante británico que había estado en Nueva Guinea: “Entonces, te las arreglaste para no ser comido allí”.

Cuando se acercaba su noventa cumpleaños: “Me estoy empezando a caer a pedazos”.

En Cardiff le dijo a unos niños de una asociación británica de sordos, que se encontraban junto a una banda caribeña de metal: “Si han estado cerca de esta música, no hay duda de por qué se han quedado sordos”.

Mientras aceptaba un obsequio de una mujer en una visita a Kenia: “Eres una mujer, ¿verdad?”.

Su opinión sobre Pekín: “Es horroroso”.

A un adolescente durante una visita a un transbordador espacial: “Bueno, nunca viajarás en él, estás demasiado gordo para ser un astronauta”.

Al presidente de Nigeria, vestido con su traje tradicional: “Pareces listo para meterte en la cama”.

“No creo que una prostituta tenga más moral que una esposa, ambas están haciendo lo mismo”.