Pablo Celi, contralor subrogante.

Ante mas evidencia, el mismo discurso

Los coidearios de Correa creen que la Contraloría se convirtió en una herramienta para afectar la imagen del exmandatario.

Cierran filas a la defensiva. Los simpatizantes del expresidente Rafael Correa no están de acuerdo con las observaciones constantes que se hacen a las obras construidas durante la década pasada. Ellos, pese a las pruebas que existen, apuntan a un ataque sistemático del actual Gobierno.

Para los autodenominados correístas, los informes de la Contraloría General del Estado que detectan fallas en las obras y precios fuera de lugar son herramientas de desprestigio. Aseguran que el ente de control se ha convertido en el centro de desacreditación contra su líder y sus coidearios.

Esteban Melo, asambleísta del bloque de la revolución ciudadana, cree que el contralor subrogante, Pablo Celi, es solo un instrumento para afectar la imagen de Rafael Correa y de su proyecto político. No cree en los informes, por ejemplo, que muestran que las carreteras que se construyeron en el gobierno de Correa tienen fallas técnicas y sobreprecios.

Tampoco da crédito a las falencias encontradas en escuelas del milenio y otras construcciones.

EXPRESO publicó, el mes pasado, los resultados de un informe borrador de la Contraloría que evidencia unos 40 millones de dólares de afectación para el Ecuador por el contrato firmado con la empresa estatal china Sinohydro para la construcción de diez carreteras.

Además, agrega el legislador, Celi no cuenta con la certificación legal para ejercer el cargo. “Pura persecución”, dijo.

Con él coincide el dirigente de la agrupación Virgilio Hernández. A sus ojos, comentó a este Diario, la gestión de las autoridades de control se ha centrado en cuestionar al anterior gobierno. Nada se ha dicho, explicó, de las irregularidades y problemas de la administración de su excoideario, Lenín Moreno.

No solo se cuestiona la labor del contralor. Para Hernández hay todo un esquema de ataque sistemático que resta valor a los avances que se dieron en la era de Correa.

¿Quién orquesta dicho ataque? Para la expresidenta de la Asamblea Nacional, Gabriela Rivadeneira, los grandes grupos de poder, los partidos y movimientos políticos de derecha y los medios de comunicación están detrás de la afectación a Rafael Correa y su equipo. Ella asegura que no hay pruebas que sustenten las acusaciones.

Es más, la legisladora considera que el esquema “vengativo” se replica en todos los países donde hubo gobierno del socialismo del siglo XXI.

Los consultados coinciden, sin embargo, en que podrían existir casos de fallas en las obras. La inmensa construcción impulsada por su gobierno pudo tener errores pero, agregan, eso se confunde con el afán de perjudicar y judicializar. Es decir, pueden existir irregularidades, pero no se distinguen porque pesa más el afán de afectación política del Gobierno de Moreno.