
Las estadisticas muestran el peso de la ciudad en la salud
A juicio de los expertos, Guayaquil necesita ser intervenida con proyectos focalizados para salir de la crisis.
Casi una cuarta parte de los habitantes del país tienen a Guayaquil como su centro diario de actividades (sumando la población flotante a sus 2,6 millones de residentes). Aquello hace que no solo su movimiento económico sea importante, sino también las cifras que se concentran en salud. En los registros más recientes en Guayas (2016) aparecen más de 150 establecimientos hospitalarios, pero de estos, la mayoría (más de 120), son privados.
Esta semana, especialistas consultados por EXPRESO han hecho alusión al peso que tiene Guayaquil en materia sanitaria para levantar las voces sobre la urgencia de buscar soluciones a la situación que se vive: hospitales históricos impagos (por más de $ 250 millones), un hospital neumológico cerrado y continuas quejas por los problemas de atención, además de la larga espera por citas médicas en los centros públicos.
El Foro Permanente de la Salud da otras cifras para mostrar por qué la ciudad no puede quedar desatendida: las enfermedades asociadas al Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) para Guayas superan el 52 % de todos los casos detectados en el país. Además, la tuberculosis reporta más de 53 % del total y la tuberculosis MDR (multidrogo resistente) para Guayas bordea el 84 % de las estadísticas nacionales.
La parte epidemiológica es de vital atención para la ciudad. Mario Paredes, epidemiólogo, docente y médico tropicalista, recuerda que al ser un Puerto Principal es mucho más fácil el ingreso de enfermedades contagiosas. “El dengue y el cólera ingresaron por la costa, justamente por el sur y se asentaron de primera en Guayaquil y de allí básicamente se distribuyeron a nivel país”.
Para Ernestro Carrasco, presidente del Colegio de Médicos del Guayas, y Luis Triviño, epidemiólogo, la decisión administrativa de eliminar el Servicio Nacional de Control de Enfermedades Transmitidas por Vectores ha influido en este punto.
“Ahora todo está centralizado en Quito”, coinciden. La lucha contra estas patologías se ve afectada por la escasez de recursos y la insuficiencia de epidemiólogos en los distritos de salud. La creación de un centro de investigación sobre afectaciones tropicales, opina César Narváez, infectólogo del hospital Luis Vernaza, ayudaría a definir las prioridades de acción preventiva y crear estrategias para mitigar el problema.
Y hay más. En Ecuador los hospitalizados en un año, corresponden al 9,6 % de habitantes de Guayaquil, asegura María Emilia Arteaga, médica genetista que realizó un análisis para la revista digital Yublod. “No todas las personas que componen los porcentajes, necesariamente son oriundas del lugar donde son atendidas. Debido al mejor acceso a hospitales de segundo y tercer nivel que existe en las ciudades grandes, muchos optan por trasladarse para recibir atención”. Aquí la permanencia es de 6 a 8 días, cuando el promedio en el resto de ciudades es de 4.
Fernando Aguirre, expresidente de la Sociedad Ecuatoriana de Cardiología y médico que dirigió un estudio sobre el síndrome metabólico infantil, dice que los retrasos en pagos que suelen darse también con las clínicas privadas hace que muchos de estos centros no atiendan consultas en general ni emergencias, salvo que sea algo catastrófico.
Carrasco hace hincapié también en la mortalidad materna. Datos proporcionadas por el Salud el año pasado confirmaron que pese a que el índice de mortalidad en Ecuador continuaba a la baja, la zonal 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón) registraba la mayor cantidad de muertes.
Para Carrasco, que la maternidad Mariana de Jesús, que atendía partos de alto riesgo y cesáreas, se enfoque hoy solo en los partos naturales, agudiza el problema. “Ahora el Hospital Universitario funge como centro ginecobstétrico infantil. Y si bien no hay cifras del impacto que esto ha provocado, los pacientes se quejan de que allí no hay equipos, ni las suficientes termocunas, lo que podría agravar el panorama”.
Para los expertos, los pacientes con diabetes, además de los que padecen enfermedades catastróficas están abandonados a su suerte. “No tienen nivel de resolución, ni especialistas con la preparación adecuada para tratarlos...”. José Pedro Barberán, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Espíritu Santo, lamenta el desabastecimiento de medicinas y el tipo de genéricos que reciben. “No estoy en contra de ellos, pero desde que no contamos con un Instituto de Higiene, en los centros públicos hay fármacos que se ofrecen y no contienen el gramaje que sus etiquetas dicen”. Algo grave, aclara, que evidencia que el paciente no está tratándose como debe.
Hace 15 días, EXPRESO solicitó una entrevista a la ministra de Salud, Verónica Espinosa, para hablar del tema. Sin embargo, hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.
En Ecuador
La diabetes, la hipertensión y las enfermedades cerebrovasculares producen la muerte de 42 ecuatorianos cada día, según datos del INEC.
Los costos
La falta de prevención hace que las enfermedades vayan en aumento, lo que significa altos costos. Por ejemplo, la estadía en la Unidad de Cuidados Intensivos cuesta al día unos $ 2.500.
Las drogas
La asociación Familia contra las drogas se queja del tratamiento que reciben sus hijos en los centros públicos de la zonal 8. Dicen recibir solo vitaminas, paracetamol, charlas, y mal trato.