La alianza. Carlos Freire, presidente de la urbanización y Luis Franco, vicerrector del Santiago Mayor, enseñan a EXPRESO el terreno en donde ya se construye el parque.

Un ecoparque une a vecinos y estudiantes

Ante la falta de áreas verdes, un lote de Torres del Salado será un proyecto ecológico. Es el plan comunal más grande del sector.

Con el objetivo de unir a los moradores, embellecer la ciudadela y evitar que los insectos o las culebras sigan sorprendiendo a los transeúntes mientras recorren los callejones, la presidencia de la urbanización Torres del Salado, en conjunto con los directivos de la Unidad Educativa Santiago Mayor, decidió poner en marcha un proyecto ecológico comunal que apunta a ser el grande de vía a la costa.

La urbanización y el colegio, ambos ubicados en el kilómetro 11,5 de la vía a la costa están unidos por un gran terreno. Lote que hace pocos meses estaba lleno de maleza y con tierra inestable.

“Todas las ciudadelas tienen su propio parque, menos nosotros. Esto era una selva y un hueco, así que hubo que replantar árboles. Es un macroproyecto que tiene varias etapas”, cuenta Carlos Freire, presidente de Torres del Salado.

El directivo cuenta que la urbanización era parte de una lotización que no fue entregada al Municipio, por lo que este no ha podido ingresar a realizar parques o áreas recreativas para los moradores.

“Necesitábamos un área grande en la que todos podamos interactuar y el colegio tuvo la iniciativa. Ellos tienen el programa de participación estudiantil que les permite a los alumnos trabajar en juegos ecológicos para el proyecto”, explica Freire.

La idea es que el parque, que está compuesto por 13 etapas, sea construido y adecuado entre junio y octubre, pues son los meses en los que los estudiantes de primero y segundo de bachillerato del Santiago Mayor tienen un día a la semana para participar del proyecto de vinculación con la comunidad. “Hay algunos colegios que hacen educación vial, pero nuestro campo siempre ha sido el ambiental. Iniciaremos por poner juegos recreativos hechos con llantas viejas y botellas de plástico. Todo construido por los alumnos”, menciona Luis Franco, vicerrector general de la unidad educativa.

El terreno mide 286 x 70 metros en total, pero cada año se adecuará un espacio de 20 x 70 metros. Además de los juegos, el parque contará con un pequeño bosque con especies nativas que será sembrado por Fundación La Iguana, un diamante de béisbol, una cancha de fútbol, un área comunal y una ciclovía de tierra para hacer ciclismo de montaña.

Para la realización de los trabajos de remoción de tierras la directiva de la urbanización ha contado con la ayuda de vecinos, empresas aledañas y Municipio. Con este proyecto esperan también mitigar un poco los daños ocasionados por las canteras.

“Todo lo que está aquí ha sido donado. Los vecinos están conscientes de que a este espacio había que darle un uso porque luego podría traernos problemas”, explica Freire.

Los alumnos están felices por ser parte del proyecto. Varios de ellos enseñaron a este Diario los columpios, tachos de basura y asientos que han realizado en estos meses. Planean instalarlos en unos 15 días en un evento junto a los vecinos.

“Esta es una oportunidad muy bonita, nos hemos esforzado para que todo quede impecable y esté bien cuidado. Muchos de nosotros vivimos aquí y qué mejor opción de cumplir con el colegio y con la ciudadela al mismo tiempo”, dijo una de las estudiantes de segundo de bachillerato.

Ecoparques en la región

Buenos Aires, Santiago, México y Lima también cuentan con modelos de ecoparques. Uno de los más grandes de Latinoamérica está ubicado en Lima. El parque está conformado por varios pabellones como: Umbral, Montañas, Océanos y en cada uno de ellos se informa y enseña interactivamente acerca del cuidado y respeto hacia dicha área.