El modelo de concesión plantea entregar la administración de la empresa pública por unos 20 años.

El destino de las empresas publicas divide al Ejecutivo

El asesor presidencial, Santiago Cuesta, habla de liquidar TAME, mientras los responsables niegan ese paso. Las empresas siguen generando gastos.

La falta de decisión le cuesta millones de dólares al Estado. Los augurios de concesionar varias empresas públicas quedaron, hasta el momento, en anuncios. Este Diario publicó, en octubre, la intención del asesor presidencial, Santiago Cuesta, de entregar a manos privadas las entidades eléctricas Celec, CNEL y la Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT). Su oferta fue tener al menos una en control privado hasta junio. El mes termina este fin de semana y no se concretó ningún traspaso.

La situación llama la atención porque, al menos hasta la fecha, las empresas mencionadas siguen generando gastos y ejecutando planes de contratación pública. Celec, CNEL, Tame y CNT suman planes de compras para este año por más de 598,2 millones de dólares.

CNT, como ejemplo, tiene un Plan Anual de Contratación que supera los 92,6 millones de dólares para 2019.

Entre los gastos planificados están la compra de equipos de aire acondicionado, sistemas de controles de accesos, pantallas led, suministros de oficina, formularios y otros artículos de consumo.

CNT no recibe recursos públicos, esos gastos se cubren con los recursos que genera por sus operaciones.

Cuesta le dijo ayer a EXPRESO que el plan de concesionar CNT sigue en marcha y se concretará. No dio fechas ni nombres de sectores privados interesados en la transacción.

En la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL) y la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec) no hay mayores avances para que sean administradas por empresarios privados.

Una de las razones para la demora es que algunos sectores del gabinete de Lenín Moreno no ven con buenos ojos las concesiones.

También hay diferencia de criterios con respecto al futuro de la aerolínea estatal Tame. Cuesta aseguró que la empresa es “un muerto” que nadie quiere comprar. Según sus cálculos, las deudas superan los 400 millones de dólares y el camino a tomar debe ser liquidarla.

La Empresa Coordinadora de Empresas Públicas (EMCO) no está de acuerdo con el asesor. Para sus representantes, la liquidación es solo un rumor porque “EMCO está trabajando en coordinación con la empresa [Tame] para mantener su giro de negocio”.

El modelo

El Estado ofrece la administración total

El modelo de concesión, que incluso podría replicarse en la Refinería de Esmeraldas a decir de las autoridades de hidrocarburos, plantea entregar la administración de la empresa pública por unos 20 años. En CNT, como ejemplo, se podrían recibir unos 4.000 millones de dólares por esa entrega.

El Estado ganaría, además, el pago de Impuesto a la Renta que genere ahora la empresa concesionada y los empleados, que criticaron la falta de información, recibirían utilidades. Como empleados del sector público, actualmente, no tienen el beneficio de utilidades en abril de cada año.

Los defensores de las concesiones destacan, además, que los bienes de la empresa se mantendrían en poder del Estado y serían devueltos al terminar el traspaso al sector privado.

Quienes critican la operación, en cambio, aseguran que se trata de entregar entidades del Estado a las manos de un solo empresario.

Para saber

Seguridad Social

Entre las opciones que se barajaron a inicios de año, para salvar al IESS estuvo la de concesionar el servicio de salud para los afiliados y jubilados.

Utilización

Según las autoridades del Seguro Social, algunos centros de salud del IESS están subutilizados.

Capacidad

El Seguro Social tiene 760 unidades médicas en todo el país.

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