Evaluación. Más de 2.000 maestros de la Zona 8 imparten la clase demostrativa para ingresar al magisterio.

Dar la clase demostrativa los hace sentirse como alumnos

Los aspirantes a ingresar al magisterio cumplen ese requisito ante estudiantes, directivos y padres. Ellos evalúan su desenvolvimiento y le formulan preguntas.

Algo nervioso, pero bien preparado, Jorge Castro Brito, de 30 años, ingresa a un aula de la Unidad Educativa fiscal Guayaquil. Luego de saludar a los presentes, coloca en la pizarra algunos papelógrafos que contienen varias ideas de lo que será su clase demostrativa de la asignatura de Estudios Sociales.

Diez estudiantes, todos ellos de octavo básico, lo escuchan atentamente, mientras un grupo de docentes del plantel, incluido el vicerrector, Luis Adrián Chóez, evalúa su trabajo en escena.

También hay un representante de los padres de familia que se une al jurado calificador que medirá esta práctica que forma parte de las evaluaciones del concurso Quiero Ser Maestro 6, que busca que 15.790 docentes de Guayas, Manabí, El Oro, Los Ríos, Galápagos, Santo Domingo de los Tsáchilas, Santa Elena y Esmeraldas pasen de tener contratos ocasionales a nombramientos definitivos en el magisterio fiscal.

Jorge, quien es ingeniero en Diseño Gráfico, trabaja desde el 2014 en el colegio Réplica 28 de Mayo, bajo la modalidad de contrato. “Todos los años experimento la incertidumbre por no saber con certeza si me renovarán a no el contrato. Por eso decidí participar en el concurso, porque quiero tener un nombramiento que me garantice estabilidad laboral”, menciona el profesor.

Sus nervios se apagan ante las ganas de demostrar ante el jurado calificador los conocimientos adquiridos durante los años que lleva impartiendo clases. Con la ayuda del papelógrafo explica sobre el “Buen Vivir’ (Sumak Kawsay) que enseña a convivir en armonía con la naturaleza y a tratarnos con respeto”, dice en voz alta para llamar la atención de los estudiantes, ya que al final de la clase debe responder algunas preguntas relacionadas con ese aprendizaje.

La clase demoró 45 minutos, pero Jorge se tomó unos minutos más para interactuar con los alumnos a quienes -para motivarlos- les regaló unos llaveros por cada acierto que tenían. También hizo una dinámica de grupo.

“Estoy satisfecho con el trabajo realizado. Me preparé bastante para realizar una buena presentación. El esfuerzo valió la pena”, anotó complacido al final de la jornada cuando pudo conocer el puntaje puesto por el jurado: 24,9/25.

En la zona 8 integrada por Guayaquil, Durán y Samborondón hay 2.252 inscritos que deberán dar la clase demostrativa hasta el 23 de agosto, en 63 entidades seleccionadas por el Ministerio de Educación.

El establecimiento escogido para esta jornada no garantiza que el docente vaya a ser derivado a ese lugar, en caso de ser aprobado.

La clase demostrativa es la última prueba de los aspirantes al magisterio fiscal. Previamente ellos han tenido que someterse a varios procesos como: concurso de oposición (pruebas de razonamiento lógico, verbal y de especialidad); y concurso de méritos (títulos, seminarios, libros publicados, años de servicios, etc.).

En el proceso Quiero Ser Maestro 6, alcanzaron su elegibilidad 34.386 profesores que aspiran a ser parte del magisterio fiscal, en la etapa de méritos y oposición. De esos elegibles saldrán los que ocupen las 15.790 vacantes abiertas para este concurso, informaron las autoridades educativas, quienes reiteraron que el maestro con mayor puntaje será el que alcance la vacante.