La Cuaresma: oracion, ayuno y disciplina
Jesús espera que vivamos este tiempo para reconciliarnos con Dios haciendo mortificaciones para demostrar la importancia de nuestra espiritualidad, como la abstinencia y el ayuno, la oración y la limosna. El ayuno acompañado de la oración demuestra humildad ante Dios. No confundamos ayunar con hacer dieta, que está ligada a la salud y a la vanidad.
La oración es la más poderosa arma para hablar con Dios, y con la dádiva expresamos amor a Él y al prójimo. Ayudando experimentamos un cambio para cumplir este tiempo de Cuaresma que es único y no debe pasar sin dejar huellas, pues nos acerca a la Pascua. Una devoción que no debe faltar es no olvidar la oración.
Tal como la Cuaresma es un tiempo de cambio, lo es también de disciplina; así nos sentiremos sanos y felices, es decir que la disciplina es el camino hacia la felicidad.
No olvidemos que la iglesia nos ayuda a poner todos los medios para vivir como Jesucristo espera que vivamos, buscando siempre el perdón de Dios con la confesión frecuente, la abstinencia, el ayuno, la ofrenda y la oración como arma poderosa para hablar con Dios.
Estamos cerca de vivir la Semana Santa para recordar la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesús.
Martha Reclat de Ortiz