Reyes es abogada, escritora y política guayaquileña de 35 años, que en sus inicios incursionó en el mundo de la comunicación y los reinados.

Cristina Reyes: “No hay opcion para la culpa”

Expresiones viajó a Quito para conocer el lado más amable de las políticas del momento.

Cristina Reyes es abogada, escritora y política guayaquileña de 35 años, que en sus inicios incursionó en el mundo de la comunicación y los reinados. Ha ejercido diversos cargos públicos como la concejalía de Guayaquil y en la Asamblea Constituyente. Este año fue reelecta como legisladora nacional.

¿Si usted es Yo libertadora, su novio es Simón Bolívar?

(Risas) En otra vida, quizás, siento mucha admiración por esa historia de amor entre Manuela Sáenz y Simón Bolívar enmarcada por la libertad y la lucha independentista.

Bolívar liberó cinco naciones... ¿Usted que libertaría?

Soy una mujer libre y rebelde que lucha cada día. La libertad se encierra en pequeños logros, desafíos y sueños que se alcanzan, pero a algunos les asusta esa palabra.

¿Cómo hizo para quedarse en Quito y no perder su banquito?

(Risas) Amo la diversidad de mi país. Quito es una ciudad maravillosa que me ha ofrecido desarrollar mi carrera política y disfrutar de su vida cultural y artística.

Usted tiene fama de peleona, ¿a quién invitaría a un ring de boxeo?

(Risas) Créeme que es una buena fama. Las mujeres con carácter intimidamos, pero no soy de las que se va a los golpes. Si me subo a un ring sería a debatir, en un cuadrilátero de ideas.

¿Con quién se tomaría una botella de vino blanco?

Con cualquiera que yo sienta que puedo aprender en una conversación deliciosa.

Sus palabras más recurrentes...

Libertad y vida.

¿Algo que no se le quita?

No desistir de encontrar algo cuando se me pierde.

¿Hoy sus labios hablan más que su mirada?

(Risas) No sé por qué se fijan en eso. No me he puesto nada, uso colores vivos, pero sí, los labios expresan sensualidad, pero considero que la mirada es un mundo donde hay mucha hondura y vida y es lo que yo transmito.

¿Qué superpoder le gustaría tener?

Teletransportarme y volar.

¿Le da ganas de ejecutar a un asambleísta?

(Risas) Un deseo para ver muerto a alguien ¡jamás!, pero sí me ha dado ganas de ahorcar, claro que sí.

¿Alcaldesa de Guayaquil?

Donde los ciudadanos me quieran y me den la oportunidad. Ellos deciden.

¿Miedos?

A nada, soy muy arriesgada. Me he puesto hasta una boa encima, en el Oriente.

¿Qué la hace llorar?

Las injusticias, la rabia de no poder cambiar algo que le causa dolor a alguien.

¿Yo libertadora?

Un llamado a las mujeres a que tomen de una vez las riendas de su vida y de no arrepentirse de nada. No hay opción para la culpa.

¿Algún extremo?

Vivir auténticamente.

Una heroína de película?

Manuela Sáenz. Su vida debería llevarse al cine. Ella fue más que la amante de Bolívar, fue una patriota.

¿Usted lo es?

Intento serlo, yo voy de frente.