Poco antes de la inscripción de candidaturas, tras meses de discusiones para la conformación de listas, CREO y SUMA firmaron un matrimonio electoral. No político. Sus líderes, Mauricio Rodas y Guillermo Lasso, en la fotografía, no hicieron campaña juntos.

CREO-SUMA, ruptura silenciosa

54 días de alianza han logrado los movimientos CREO-SUMA antes de esta crisis.

Se partió por la mitad. Guillermo Lasso decidió que la alianza de su formación política con SUMA ha perdido sentido tras la votación el jueves en la Asamblea de la ley de paraísos fiscales, que inhabilitaría al excandidato presidencial a presentarse otra vez en el año 2021.

La ruptura del principal bloque de oposición fue anunciada ayer por el propio Lasso en un comunicado en el que expresa que seguir compartiendo el camino con el grupo que encabeza Mauricio Rodas sería “engañar a la ciudadanía para mantener apariencias”.

La ley, liderada por PAIS, enraizada en la consulta popular que prohíbe al presidente y otras autoridades del Estado tener fondos en los paraísos fiscales, aprobada mayoritariamente en las urnas, da un paso más allá del consultado al incluir en la lista de vetados a los candidatos a cualquier cargo. Esa condición, expuso CREO en otro comunicado difundido por el líder del partido, convertía al proyecto en “una ley dedicada a Lasso”, quien fundó un banco en Panamá, tras la prohibición durante la era de Correa de invertir en otros negocios en Ecuador.

La ley apoyada por todas las bancadas del Pleno, excepto CREO, inhabilita a Lasso para postularse en 2021, una probabilidad alta y en discusión en el interior del movimiento. O lo inhabilita solo en parte: “Lasso podría hacer lo que todos dijimos en campaña; si la consulta era aprobada, él cumpliría con la ley”, señala Héctor Yépez (SUMA) en conversación con EXPRESO.

Una explicación que no convenció al líder del principal partido de la oposición. Guillermo Lasso considera que la solidez de una alianza se prueba en las decisiones difíciles “que demuestran un contenido ético que va más allá de poses electorales, más allá de cálculos políticos”.

El movimiento fundado por Mauricio Rodas dejó La Unidad liderada por el socialcristianismo a las puertas electorales para aliarse con CREO en una relación que calificaron entonces de “duradera, mucho más allá de las elecciones”.

Pero apenas resistieron dos meses para sucumbir en el primer embate legislativo. La votación del jueves fue definitiva para Lasso que la considera una maniobra legislativa que restringe derechos electorales de los ciudadanos.

El voto de SUMA, notificado con anticipación a la sesión, según fuentes de ambas formaciones consultadas por este Diario, fue definitivo.

“Votaron a favor a sabiendas de que inhabilitan a Guillermo Lasso, de forma inconstitucional”, reprocha Roberto Gómez, jefe de bloque de la alianza.

Su discurso resume lo que sus compañeros apuntan en ‘off the record’: que SUMA los ha “traicionado”, que esto no es como la primera vez cuando dividieron el voto porque SUMA creía adecuado apoyar la propuesta anticorrupción y CREO la consideraba insuficiente, podían abstenerse...

“Abstenerse no significa nada. Teníamos que ser coherentes con lo que dijimos en la campaña: que respetaríamos el resultado de la consulta. Eso hicimos, velar por la voluntad de la mayoría de ecuatorianos”, responde Guillermo Celi, líder tácito de SUMA en la Asamblea. Para él, la diferencia de votos “no debe ser motivo alguno para una ruptura”.

El discurso de SUMA apuntaba a seguir juntos ante “los grandes intereses nacionales que nos unen, por encima de los del partido”. Lasso lo sentenció: “Los pactos entre políticos deben tener un contenido ético claro y transparente”.