Muchos jóvenes egresan de la secundaria sin tener claro su futuro académico y profesional, debido a que en el colegio no se los orienta adecuadamente para que escojan una carrera acorde a su vocación o sobre la que conozcan lo necesario. La alarma la dan los estudiantes de tercero de bachillerato que están a punto de ingresar a la universidad.

En marzo pasado se graduaron 147.000 bachilleres en el régimen Costa. Una cantidad similar se espera incorporar en febrero de 2018.

De esos futuros bachilleres, alumnos de diferentes planteles indicaron a EXPRESO que todavía no tienen idea de qué carrera seguirán; mientras que aquellos que ya la han elegido señalan que tienen poca información sobre ella.

Este es el caso de Stefanía Paredes, alumna de tercero de bachillerato del colegio Jaime Roldós Aguilera, a quien le gusta la Informática, pero no sabe si esa es su vocación.

El colegio donde ha estudiado los últimos seis años no cuenta con un Departamento de Consejería Estudiantil (DECE) que la oriente sobre su perfil académico. Hasta el 2016 había una psicóloga, pero este año no cuenta con ningún profesional. “Los profesores solo nos dicen que para ingresar a la universidad tenemos que sacar buenos puntajes; pero poco nos hablan de las carreras y qué involucra cada una. Tampoco nos dicen si hay opciones novedosas, si hay oferta laboral, ni tampoco el sueldo que se puede ganar trabajando. Nada nos informan, a pesar de que esto es importante conocerlo”.

Con ella coincide Lissette Santamaría, futura bachiller del colegio Rita Lecumberri. “Todavía no hemos recibido una orientación sobre nuestro futuro profesional. Solo nos llevan a ferias o casas abiertas donde las universidades dan a conocer su oferta académica. Lo hacen para que escojamos la carrera que más nos guste”.

Pero, ¿qué información se le debería dar a los alumnos?

Orientadores aconsejan analizar aptitudes, intereses, valores y cualidades del estudiante. Informarles sobre toda la oferta de carreras disponible, técnicas y de grado; costos, malla curricular, disponibilidad de becas nacionales y extranjeras; oportunidades laborales, porcentaje de graduados, promedio de salarios en la opción elegida, entre otras.

Un estudio del Banco Mundial recomienda que los estudiantes sepan, desde temprano en el colegio, todos estos aspectos para que tengan varios años para tomar sus decisiones y evitar la deserción en su carrera.

No obstante, psicólogos de los DECE consultados por este Diario aseguran estar dando a los estudiantes la información que necesitan, así como el abanico de opciones profesionales.

“Los orientamos desde el octavo año y en décimo tomamos pruebas de aptitudes e interés vocacional y hacemos entrevistas individuales y familiares para que conozcan las carreras. Ellos van a la universidad con una idea de lo que quieren y les recalcamos que deben ser mejores en lo que realizan”, expresa la integrante de un DECE de un colegio de la ciudad.

Según la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), en 2014 se inscribieron 400.000 estudiantes en las universidades y escuelas politécnicas públicas y privadas del país. De esa cifra, el 26 % abandonó sus estudios por insatisfacción con la carrera o problemas económicos En 2016, la deserción fue del 20 %.

Profesionales insisten en la necesidad de que los colegios emitan informes psicológicos y aptitudinales de sus estudiantes y que se incorpore la orientación vocacional como una asignatura en la malla curricular.

Érika Laínez, subsecretaria de Educación de la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón) resalta que a los DECE se los está fortaleciendo para que cumplan un mejor rol en el tema.