El presentador con su abogado, Pedro Buitrón.

Carlos Jose hara una fiesta porque es un hombre libre

El presentador de Canal Uno Carlos José Matamoros no pudo disimular su expresión de felicidad al quedar libre como el viento, ayer, luego de una audiencia pública que se inició a las 10:40 y que concluyó casi una hora después en la Unidad Judicial de L

El presentador de Canal Uno Carlos José Matamoros no pudo disimular su expresión de felicidad al quedar libre como el viento, ayer, luego de una audiencia pública que se inició a las 10:40 y que concluyó casi una hora después en la Unidad Judicial de La Florida Norte.

Su matrimonio con la estadounidense Christina Harzer llegó a su fin. Él, que alegó abandono de hogar y conducta hostil, acudió en compañía de los abogados Pedro Buitrón

y Eloy Burgos; mientras que de la otra parte, solo estuvo el doctor Mario Ruales, ya que la Gringa se encuentra en Estados Unidos.

“Voy a celebrar mi nuevo estado, haré una fiesta en mi casa. Me siento aliviado y tranquilo. Ya no tenían más que argumentar, se les acabaron los pretextos. Pasaron más de 10 meses desde que comenzó esto, se prolongó demasiado”, manifestó Carlos José al terminar la audiencia, que fue presidida por el juez Jean Daniel Valverde, quien no encontró ningún impedimento para continuar con el proceso de divorcio.

Durante este encuentro se señaló que no existía fraude procesal. “Me acusaron de aquello. Es un triunfo para mí y mis abogados. Fue algo que se alegó para entorpecerlo todo”, añadió el presentador.

En la audiencia, también se pidió un acuerdo conciliatorio entre ambas partes. El abogado Ruales solicitó que las personas presentes se retiren de la sala y que se apaguen los audios, lo cual no fue aceptado.

Además, dijo que su clienta quería que le devuelvan unas prendas, a lo que Carlos José y sus representantes respondieron que aquello ya había sido entregado.

Luego de resolver este tema, se consideró que al no haber bienes que repartir ni hijos, quedaba disuelto el contrato matrimonial entre esta pareja que se casó en noviembre de 2016, para que ellos sigan con sus vidas.

Ruales comentó que la Gringa está tranquila y que no le preocupa su permanencia en el país, a pesar de ser extranjera, porque su situación legal solamente cambiará.

“Tiene una visa de amparo por haber estado casada con un ecuatoriano, le darán una visa de turismo. Aún no tiene fecha de regreso, pero sé que quiere emprender unos negocios”.