
Capitalizar las firmas: el reto de los partidos
Un ‘bien’ cada vez más escaso y poco aprovechado. Las organizaciones políticas buscan la forma de sacar del anonimato a quienes firmaron como sus adherentes para convertirlos en militantes activos y potenciales votantes.
Un ‘bien’ cada vez más escaso y poco aprovechado. Las organizaciones políticas buscan la forma de sacar del anonimato a quienes firmaron como sus adherentes para convertirlos en militantes activos y potenciales votantes.
Los planes van desde recorrer el país y organizar asambleas partidistas, hasta montar plataformas tecnológicas en las que los simpatizantes puedan interactuar con los líderes de las organizaciones.
Para Medardo Oleas, quien fue presidente del extinto Tribunal Supremo Electoral (TSE), este mecanismo de recolección de firmas para validar a los partidos y movimientos resulta engañoso, con relación al verdadero apoyo que tienen.
“En un país en el que el 60 % de personas no tiene contacto o rechaza a los partidos políticos, no se entiende que digan que presentan hasta un millón de firmas, pero en las elecciones no saquen ni la mitad de eso en votos”, dijo a EXPRESO.
¿Qué están haciendo para revertir esa realidad? Partidos como Adelante Ecuatoriano Adelante (AEA) y Unidad Popular (UP) se sustentan en sus organizaciones políticas predecesoras: el Partido Renovador Independiente (Prian) y el Movimiento Popular Democrático (MPD).
Wilson Sánchez, de AEA, reconoce que para las brigadas de recolección de firmas, el trabajo fue complejo. “Hubo una buena recepción de las bases del Prian, pero unos pocos soportaron insultos y hasta asaltos. Sería injusto dejar que se desvanezca ese trabajo”, manifestó.
Por eso, desde esta semana los dirigentes de esta agrupación empezarán a visitar las provincias para conformar centrales y comités, ofreció. Estos se encargarán de identificar a las bases y a los nuevos adherentes.
La UP, en cambio, dice que este trabajo de identificación es más fácil para ellos. “A diferencia de algunos partidos, que hasta pagaron para que realicen la recolección, nuestros jóvenes brigadistas trabajaron un año seguido. Tenemos localizados a nuestros adherentes”, afirmó a este Diario el director del grupo, Geovanni Atarihuana.
Se conformaron los “núcleos de la Unidad Popular”, con un fuerte componente de exmilitantes del MPD. Esto tiene en la mira a un grupo específico: los jóvenes. Aunque en la realidad, en las precandidaturas de esta organización dominan las caras más conocidas.
A Oleas le preocupa que este trabajo se esté haciendo al apuro y que el tiempo no sea el suficiente para tener cuadros ideológicamente formados y bien capacitados. “Eso lleva a que los partidos acudan a lo más fácil, a poner en las listas a los más conocidos y populares. Estamos viendo ahora mismo las consecuencias”, dijo el exfuncionario.
La Izquierda Democrática (ID) tiene un problema para identificar a sus nuevos adherentes. El registro de firmas válidas le será entregado el 18 de agosto y, recién ahí, podrán procesar la información para trabajar en la inclusión.
Wilma Andrade, dirigente de la ID, espera que una vez que cuenten con ese dato empiece el trabajo territorial. Paralelamente, han creado una plataforma informática que se llama ‘Democracia para todos’, que conecta a los militantes con sus dirigentes y a futuro con los votantes.