Atun: corre el tiempo para un ‘oceano azul’
La FAO promueve la sostenibilidad del recurso y de la industria. La restricción en la captura de la especie, una prioridad.
Una década se hará corta si no se trabaja, desde ahora, es el plan de sostenibilidad del atún, que le genera 1.400 millones en divisas al país cada año. Y este plan atañe no solo a la flota de barcos (115), sino, a la industria.
De ahí el apuro de Gustavo Núñez, presidente del Directorio de la Cámara Ecuatoriana de Industriales y Procesadores de Atún (Ceipa), de poner énfasis en el trabajo para definir una política pesquera de carácter permanente, de Estado, especialmente con el producto atún, lo cual incluye la declaratoria de prioridad nacional, como se hizo con el cacao.
Si bien el sector industrial trabaja en el Plan Nacional del Atún. El desafío es también del Estado, ya que se requiere fortalecer al Viceministerio de Pesca, para que ejerza la política y el control. “Se deben tener los recursos para ejercer un control adecuado para que la pesca sea sustentable”.
Para ponerlo en blanco y negro, Mónica Maldonado, directora ejecutiva de Ceipa lo explica: La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) tiene planteado al 2030 objetivos del milenio, que los ha dividido en dos etapas: del 2020 al 2025 tiene un plan de acción; y 2025 al 2030, otro.
El primero se trata de la responsabilidad social en las cadenas de valor de la pesca, una guía de responsabilidad social voluntaria para barcos y plantas donde se exige derecho y dignidad del trabajador, seguridad en barcos y plantas, respeto a las culturas, equidad e igualdad de género, que reine el imperio de la ley. En noviembre de este año, en Vigo, España, se aprueba esta guía.
Del 2025 al 2030 se trabajará en lo que se llama la economía azul, de los océanos, de restricción y de rendimientos de las especies. Es decir, cuánto y cuándo capturar los recursos que hay en el mar. “Es mirar cómo cada país adapta la sostenibilidad del recurso, cómo hará la veda”.
Es por eso que Núnez aclara que dentro de la política pesquera ecuatoriana, “debemos ver cómo se van a manejar los temas de la CIAT (Comisión Interamericana del Atún Tropical), la reducción de la flota de qué manera se la hará, cómo va a incidir en el proceso.
“Son asuntos de sentarse a conversar, porque son temas que tarde o temprano se van a venir y es preferible tomar las medidas antes que después, porque antes son preventivas, después, curativas”.
Por qué hacerlo
Demanda
Los consumidores demandan cada vez un producto que respete el recurso y además a quienes trabajan en las embarcaciones y las manufacturas.
Consecuencia
Si el atún ecuatoriano no cumple estas características no será adquirido por los compradores de los principales países.
Restricciones
Los países importadores se verán presionados a imponer restricciones a quienes no cumplan estas normas.