
Mas alla de un ronquido
“Mi esposo ronca como carcacha”. Quizás le suene chistosa la frase, pero estos ruidos pueden alertar serios trastornos de salud. Unos llegarían a 93 decibelios, similar a la potencia de la turbina de un avión.
Los sonidos que se emiten al dormir pueden ser simples y no molestar a nadie, pero algunos son tan intensos que pueden llegar hasta los 93 decibelios, nivel similar a la turbina de un avión, según los Récords Guinness.
Estos ruidos se originan por la debilidad de los músculos de la vía aérea superior (desde la nariz, faringe, laringe, hasta la parte superior de la tráquea). El aire tiene menos espacio para transitar, haciendo que los músculos vibren en la respiración, entonces al abrir la boca salen los ronquidos que hacen huir al mismo Morfeo.
Los de tipo primario incomodan a quienes están en el entorno, pero existen otros que son una antesala del apnea o hipopnea (trastornos respiratorios obstructivos del sueño, se deja de respirar total o parcialmente).
La Academia Americana de Medicina del Sueño los clasifica en leves, moderados y severos. Cuando los episodios de apnea o hipopnea son superiores a 5 por hora son patológicos. Pueden venir acompañados de problemas cardiovasculares, hormonales, glandulares, cognitivos (irregularidad en la memoria) e incluso paros respiratorios que pueden llevar a infartos cardíacos y trastorno cerebral, en casos severos.
“La somnolencia diurna es un gran indicativo de que las cosas no están bien. El paciente se desconcentra, tiene dolor de piernas, espalda, cabeza, pecho, garganta (al despertar) y sensación de ahogo en las noches”, dice la doctora Loira Ronquillo, otorrinolaringóloga, especialista en ronquido y sueño.
Las enfermedades que se esconden detrás de un ronquido pueden ser cardiovasculares, respiratorias, del sistema neurocentral o un conjunto de todas, indica el doctor José Ulloa Correa, neumólogo.
Pruebas y exámenes
Cuando la persona no tiene sus seis a ocho horas de sueño reparador, hay que investigar. Para ello se elabora su historia clínica, cuestionarios, medición de su cavidad bucal, cuello. Se estudian sus características morfológicas, si tiene mandíbula pequeña, lengua grande.
Es necesaria por la noche una poligrafía cardiorrespiratoria, que es una cinta torácica con un aparato que capta la frecuencia respiratoria y cardíaca, mientras un sensor determina cuántas veces deja de respirar el individuo, si entra en apnea e hipopnea o baja su oxígeno.
La polisomnografía ayuda a ver sus fases del sueño e incluso saber qué pasa a nivel cerebral. Se colocan electrodos en la cabeza, mentón, párpados, piernas y brazos, más las cintas torácica y abdominal.
Una endoscopía de sueño inducida por medicamento (DISE) se realiza a quien va a ser operado o a quien no resiste el CPAP, compresor que descolapsa la vía aérea obstruida, tratamiento no quirúrgico.
Sobrepeso y otros casos
Por lo general, cuando se sube de peso el tejido graso del cuello va a ejercer presión sobre las vías respiratorias, provocando obstrucción. Los pacientes que toman alcohol y antihistamínicos tienen debilidad muscular, así como los adultos mayores. Las personas con tabique desviado son propensas a roncar.
Se decía que los hombres les llevaban la delantera a las mujeres, pero ahora se da equitativamente, aunque las menopáusicas roncan más por el incremento de peso y trastornos endocrinológicos e hipertensivos. Las embarazadas también roncarían por la elevación del diafragma y crecimiento del abdomen.
Expertos en acción
No solo intervienen los otorrinolaringólogos, también participan los neumólogos cuando hay trastornos de tráquea a bronquios. Los neurólogos si hay problemas como el síndrome de movimientos involuntarios de extremidades. Los expertos en cirugía maxilofacial en casos de malformaciones maxilomandibulares, mordidas, etc., precisa Loira Ronquillo.
José Ulloa afirma que el neumólogo actúa cuando hay disminución del paso de aire por las vías respiratorias (estridor laríngeo), ya sea por causas como el asma que ocasiona espasmos a nivel de la glotis; y por lesiones o presencia de tumores que obstruyen el conducto de la respiración a nivel de tráquea y laringe.
En niños
No es normal que ronquen. Hay que averiguar qué pasa en su vía aérea superior, porque pueden presentar crecimiento de cornete, adenoides o amígdalas, rinitis alérgica o tumoración que provocarán una obstrucción nasal. La solución es la cirugía, recomienda Ronquillo. No tienen un sueño reparador, se mueven en la cama. A diferencia del adulto, no están somnolientos sino hiperactivos, los maestros se quejan porque se distraen; en algunos casos hay trastorno de atención, problemas cognitivos, de aprendizaje, cerebrovasculares y de presión arterial.
¿Otras complicaciones? Deformidades craneofaciales porque son respiradores bucales. Sus dientes se desproporcionan (van a salir en mala postura), los paladares se atrofian y el ‘piso’ de la nariz se levanta. “Por eso hay que examinarlos y realizarles radiografías para ver esas vías”.
Cuando tenemos pacientes con trastornos de aprendizaje y atención interviene un equipo multidisciplinario. No solo se requiere del otorrinolaringólogo, también del neurólogo, terapista de lenguaje y si tiene irregularidades en la dentición, el odontólogo pediatra o médico ortodoncista.
Tratamientos
- CPAP, compresor que manda aire del entorno (no oxígeno) a través de una manguera hacia una máscara que el sujeto usará solo al pernoctar. El aire a presión descolapsa la vía aérea obstruida.
- El dispositivo de avance mandibular (DAM) es otra opción no quirúrgica (foto).
- Si no mejora, se recurre a la cirugía de faringoplastias, lengua, de avance mandibular, etc.
- Se recomienda bajar de peso, hacer ejercicios, recostarse de lado, evitar el alcohol en las horas cercanas a dormir y tratar la congestión nasal.
Factura para dos
Cuando uno duerme mal aparece el estrés, dolor de cabeza, fatiga, irritabilidad, y si el tema se agrava trae ansiedad y depresión. Mas si duerme con su pareja es peor, la relación puede verse afectada, aunque dependerá del grado de tolerancia y carácter del acompañante. “Hay quienes se molestan demasiado, ponen un ultimátum si el otro no se hace chequear. También se opta por dormir en cuartos separados, y no es porque no sienta amor, sino que esa persona requiere descansar”, sostiene la psicóloga Gina Fabre.