Pabel Muñoz iniciará funciones en la Alcaldía el 14 de mayo próximo, pero no ha vuelto a hablar de la arena de espectáculos para el sur de la ciudad que anunció durante la campaña. Lo cierto es que para eventos de aforo medio (mil a cinco espectadores) los espacios escasean o su alquiler ha subido.

La inversión para montar este tipo de eventos puede ir de $ 17 mil a $ 50 mil. Los trámites suelen llegar al 20 % del costo. Esta gestión suele ser una lotería en la que se gana o se pierde, coinciden promotores como Marco Oviedo (Música Híbrida) o Danilo Román (RocKnight Shows).

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Aunque una mayoría de espectadores compra boletos en taquilla, Oviedo lanza una forma de pronóstico: cuando has vendido en preventa el 30 % es señal de que va a haber buena asistencia. Antes de que se realice el show de Alcest (Francia) el miércoles pasado, ya había cruzado esa cifra para el Teatro Demetrio Aguilera Malta (300 personas).

El alquiler de ese auditorio (ubicado en el centro- norte de la ciudad) cuesta $ 400, igual monto va a la garantía y se ceden 10 cortesías a la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE). Los productores deben costear la seguridad privada ($ 500 para una docena de guardias) y hasta contratar una ambulancia y paramédicos (de $ 250 a $ 300).

En espacios privados se suma la gestión de trámites y pago de impuestos al Servicio de Rentas Internas (SRI), Sayce, Intendencia de Policía y Municipio que llegan al 10 % de lo invertido. Los alquileres suelen alcanzar los $ 3.000 si incluyen un sonido básico. Y la licencia Metropolitana única para el ejercicio de las actividades económicas, conocida como LUAE, no basta para cumplir con los requisitos de los organismos de control.

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“Hay que diferenciar entre la Ordenanza de espectáculos públicos y privados de los permisos como LUAE que deberían bastar para que no se exijan más trámites”, dijo la Concejala Paulina Izurieta. Eso se trataría en una sesión extraordinaria del Concejo Metropolitano de Quito si el alcalde Santiago Guarderas lo decide en los primeros días de este mes. Tres proyectos de reforma para el espacio público son los que entrarían a segundo debate.

Román es abogado y explica que una reforma de ordenanza para los espectáculos públicos puede simplificar la organización de eventos medianos en la capital, “que son los que más impacto dejarían de sentir en los costos de producción en medio de la dramática escasez de espacios”.

El pasado 21 de marzo, RocKnight Shows organizó el concierto de Tierra Santa (España) en el Miami Convenciones y Eventos: 600 asistentes hicieron que este espectáculo fuera un éxito.

En ese lugar se pueden vender cervezas, una parte de los ingresos va al local aparte del alquiler. Las condiciones técnicas que suelen exigir las bandas internacionales incrementan los costos, agrega Oviedo.

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EXPRESO comprobó que los promotores privados no suelen estar habituados a usar los escenarios de la Red de espacios culturales de la Secretaría Metropolitana de Cultura, en parte, por desconocimiento, pero también para evitar los trámites que eso conlleva.

El pasado fin de semana, esa entidad municipal reactivó la Plaza de Toros Belmonte, ubicada en el centro de la ciudad, con el recital “Pasillo Bicentenario” al que asistieron unas 400 personas el 24 de marzo y alrededor de 600 el día siguiente. Este tradicional y centenario lugar pasó a ser parte de los bienes inmuebles del Cabildo desde inicios de este año.

“A veces se gana mucho, a veces se pierde todo”, resume Oviedo al riesgo que corren los productores en un medio que, según la encuesta de Hábitos, prácticas y consumos culturales en Ecuador, registra que el 17,9 % de la población asiste a conciertos de música en vivo.