En enormes refrigeradoras reposan cientos de recipientes de helado, cada uno con un nombre. ‘Amar tu cuerpo’, ‘Soltar’, ‘Vengarse’, ‘Terminarle a alguien’ y ‘Fumar’ son algunas de ellas. Con un carrito de supermercado en mano, el visitante puede elegir las decisiones, buenas o malas, que quiere tomar de las repisas.

Esta instalación, titulada ‘El sabor de nuestras decisiones’, es una de las ocho experiencias inmersivas con las que cuenta ‘Imaginarium’, un museo itinerante ubicado temporalmente en El Potrero de Lumbisí, poblado del valle de Cumbayá.

La salud y el bienestar mental son el hilo conductor de esta exposición, como lo explica José Suárez, vocero del museo. “La idea era hablar del bienestar emocional y mental de una manera fácil de digerir y amigable, y que además fuera fácil de plasmar y fácil de comprender para personas de todas las edades. Queríamos explicarlo de una manera accesible y divertida”, estableció.

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Las piezas fueron creadas por la artista Valeria Hernández, quien decidió trabajar con temas como la autoestima, la ruptura de barreras autoimpuestas, la toma de decisiones, y la resiliencia interior.

Cada instalación cuenta con una explicación previa que ayuda al visitante a ahondar en la experiencia inmersiva.

En ‘Reflejos internos’, por ejemplo, el visitante ingresa a una habitación llena de espejos con mensajes como ‘nunca te disculpes por ser tú mismo’. Esto, señala la artista, busca reflexionar sobre la importancia del lenguaje que utilizamos para hablar sobre nosotros mismos.

“La obra nos recuerda que merecemos tratarnos con amabilidad, compasión y aceptación, y que el diálogo interno positivo es fundamental para el desarrollo de una salud mental y emocional sólida”, afirmó.

Otras instalaciones incluyen ‘El valor incalculable’, que cuenta con una máquina expendedora de productos con nombres de valores invaluables, ‘El océano lúdico’, que permite a los visitantes sumergirse en una enorme piscina de pelotas y reconectarse con su niño interior, y ‘El poder de la liberación’, una curiosa obra donde el visitante se enfrenta a las emociones negativas, cuyos nombres se han impreso en sacos de boxeo y pueden ser golpeadas o abrazadas por el interlocutor.

“La idea era reflexionar sobre la importancia de abordar nuestras emociones negativas y afrontarlas de manera saludable y constructiva, recordándonos que el control sobre nuestras vidas y nuestro bienestar mental reside en nuestras manos”, indicó la artista.

Para Suárez, el éxito de la acogida del espacio ha sido el carácter interactivo de la puesta en escena, pues lleva a la audiencia al interior de cada obra.

“Ecuador, lamentablemente, no es un país que aprecia el arte tradicional; el arte que está en museos o galerías. Hay que buscar otras maneras de que la gente se enganche con el arte, por eso quisimos hacer una muestra inmersiva que permitiera al público ingresar a las obras. Era una forma de mantener a la gente interesada”, comentó.

Y sin duda, añade, el objetivo se consiguió pues hasta el 22 de octubre, ‘Imaginarium’ ya había recibido a más de 11.000 visitantes, en su mayoría familias. Esta acogida, señala Suárez llegó como una sorpresa, pues la propuesta estaba enfocada hacia adolescentes y adultos.

“Nos tomó por sorpresa pues pensamos que, por la temática y el hecho de que tenía espacios ‘instagrameables’, el rango de edad a la que le resultaría más atractivo sería a jóvenes y adultos de hasta unos 38 años. Sin embargo, se convirtió en un plan familiar y de fin de semana”, comentó.

Para padres de familia, como Carla Merchán, la iniciativa permite iniciar conversaciones con los más pequeños sobre temas considerados complejos.

“Hoy que el bullying es tan peligroso, y que las redes sociales nos muestran una realidad distorsionada, es muy necesario hablar con nuestros hijos sobre cómo hay que valorarse y valorar a los demás”, señaló.

Ella y sus hijos de 11 y 9 años eligieron la pieza ‘El jardín de la autenticidad’, como su favorita. En esta obra, los visitantes ingresan a un jardín lleno de coloridos árboles de distintas formas y tamaños y se encuentran con una frase del escritor Dr. Seuss que dice ‘Se quien eres y di lo que sientes porque a quienes les molesta, no importan, y a quienes importan no les molesta’.

“Fue lindo porque después, en casa, hablamos sobre qué significaban las diferencias y el respeto al otro”, señaló.

• Idioma. Los mensajes detrás de cada obra se pueden leer en español, pero los elementos dentro de las instalaciones se encuentran en inglés, ofreciendo una experiencia bilingüe.

Guayaquil y cuenca, las próximas paradas

Tras concluir su estadía en la capital, ‘Imaginarium’ se instalará en el Puerto Principal. Las instalaciones se podrán visitar en Víctor Emilio Estrada y Jiguas a partir del próximo sábado 4 de noviembre, y permanecerá abierto durante cinco meses.

“Estamos muy emocionados, pues creemos que tendrá una gran acogida y anticipamos un creciente índice de visitantes”, señala Suárez.

Tras concluir su estadía en Guayaquil. ‘Imaginarium’ llegará a Cuenca, tentativamente, en abril. A mediados de 2024, el museo retornará a la capital y reabrirá sus puertas con una nueva muestra.

“Queremos continuar nuestro recorrido por el país, volviendo a las principales ciudades con nuevas propuestas inmersivas”, añadió el vocero. Suárez no adelantó detalles qué conllevará la futura propuesta, pero sí indicó que trabajarán nuevamente de la mano de la creadora Valeria Hernández.

3. Diferencias. Las piezas abordan la importancia de aceptar y respetar las diferencias.

• Arte. En ‘Reflejos internos’, los visitantes recorren una sala llena de espejos con frases positivas. Hernández explica que la pieza plantea la importancia de cómo nos hablamos a nosotros mismos.

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